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Demagogia en contra de correr descalzo

Demagogia en contra de correr descalzo

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Desde el momento en que empecé a escribir sobre correr descalzo era consciente de que uno de los mayores problemas que me encontraría iba a ser esa instintiva respuesta de rechazo. Un rechazo proyectado desde el desconocimiento y alimentado por ese ego tan característico que muchas veces nos impulsa, a mí el primero, a rechazar todo aquello que de algún modo atente contra las estructuras que damos por sentadas y en las que en parte basamos nuestra vida.

Haciendo balance hasta el día de hoy, los casos positivos y con la suficiente apertura de miras para probar antes de censurar superan con creces los detractores incondicionales. Reconozco que es algo raro y diferente pero no por ello malo o fuera de toda lógica. A muchos nos funciona.

Pasó en Estados Unidos antes que aquí porque siempre que algo arranca hay quienes se oponen, en algunos casos para poder conservar la cómoda trona en la que se encuentran instalados desde hace ya demasiado tiempo.

Siempre he intentado presentar mis artículos con respeto hacía todas las opciones y decisiones y relativizar mis comentarios y particularizar mi punto de vista sobre el tema. Esperaba lo mismo de los que hablan desde el otro lado de la calle.

Hace ya un tiempo se publicó este artículo en la página web de ASICS. Voy a permitirme citar partes del artículo para luego comentarlas. Voy a intentar ponerme los guantes de seda para hacer que mis palabras sean lo más comedidas posibles.

Lo que empezó como una reacción minoritaria frente a 30 años de zapatillas de running con sistemas de amortiguación cada vez más sofisticados, se ha convertido en corriente principal.

En 1972 Nike sacó su modelo Nike Cortez 72, el primer modelo con una pronunciada elevación de la suela siendo ésta aun más pronunciada en el talón. Esto permitía impactar con esa parte del pie dando lugar a la creación de un nuevo deporte: el jogging. Antes de eso, desde la era moderna de las Olimpiadas por poner una fecha, las suelas de las zapatillas siempre habían sido prácticamente planas, ¿por qué deberían haber sido de otro modo?

Correr de forma natural, ya sea con zapatillas mínimas o incluso sin calzado, es una tendencia que va a más. Cada vez hay más corredores que deciden renunciar a los sistemas de amortiguación para ganar en naturalidad, por lo que es importante hacerlo de forma segura. Pese a ser una tendencia cada vez más generalizada, no hay mucha información sobre las opciones disponibles: ¿cómo saber qué zapatilla natural es la más adecuada para tu forma de correr?

 

Información hay a raudales. No hay más que ver la proliferación de blogs en España de corredores que han abrazado el barefoot y que sienten la imperiosa necesidad de comunicar y transmitir todo lo bueno que ello les aporta y animar a que más gente lo pruebe.

 

Presentamos cuatro prejuicios comunes sobre correr de forma natural.

Mito 1: Menos siempre es más

En lo que respecta a los pies, quedarse corto puede resultar tan perjudicial como pasarse.

Aceptan que pasarse en amortiguación puede ser perjudicial. Hecho que hasta ahora nunca se había planteado. Mini punto para la tribu descalza pero no nos quedamos contentos con ganar por la mínima. Me pregunto, ¿por qué quedarse corto es igual de malo que pasarse? Hay muchos estudios que prueban que nuestra biomecánica queda favorecida en muchos casos si renunciamos a las zapatillas. ¿Cuántos estudios han publicado las grandes marcas que demuestren la validez de toda esa tecnología de sus modelos de zapatillas?

Cada corredor tiene en el pie puntos débiles y puntos fuertes, es decir, que no existe un mismo nivel de estabilidad, protección y flexibilidad apropiado para todo el mundo. Por ello, es importante encontrar un calzado con la elevación del talón, la mediasuela, la amortiguación y la estabilidad idóneas para cada pie.

 

Cada corredor no, cada persona es completamente diferente a la que tiene al lado. Cada uno pilota su cuerpo de un modo diferente. El cerebro activa los músculos de un modo particular, cada uno tiene un nivel de asimetría diferente, diferente grado de experiencia, estado de forma, capacidad motriz, historial de lesiones. Por ello es importante que cada uno fortalezca sus pies ya que es el punto de contacto con el suelo y donde se descarga todo el peso corporal, que recupere sensibilidad y sensaciones de movimiento y propriocepción. Si cada uno no es capaz de gestionar su propio cuerpo es imposible que elementos externos ayuden en nada. ¿Os es que acaso una mujer joven de 50 kilos y un hombre mayor de 90 kilos calzando ambos un 41 pueden usar la misma zapatilla? El único dato que se pide al comprar unas zapatillas es el número que representa una distancia. El pie debe ajustarse a una longitud pero no se presta consideración a la horma. Últimamente se pide si se quiere con refuerzo de pronación pero ahí acaba todo. La elevación del talón es un elemento no deseable así como la amortiguación. En algunos casos puede ayudar, en otros puede haber quien ya esté acostumbrado pero en ningún caso caminar con tus propios pies puede ser biomecánicamente más peligroso o menos eficiente que con unas zapatillas.

Mito 2: Pisar con la parte central siempre es mejor

Los puristas del correr descalzo dirían que la única manera de apoyar el pie es con la parte central.

Los que hablan de pisar con la parte central suelen ser los que corren con zapatillas tipo Newton (es lo que suelo oírles decir). Sin embargo los que se inclinan por correr descalzos o con calzado minimalista siempre hablan de pisar de metatarso, es decir la parte delantera. En la parte central hay un puente que por su propia definición estructural sirve para distribuir el peso en dos puntos tarso y talón. Pisar en la mitad del pie no tiene sentido en cuanto a descargar peso.

Esta afirmación da por sentado que todos los cuerpos son iguales. A la hora de apoyar el pie, es importante propiciar que la pisada se desarrolle de la manera más eficiente posible.

Todos los cuerpos no son iguales pero todos los cuerpos están diseñados y concebidos para funcionar de la misma manera. Pisar con el talón duele, pisar con de metatarso no. La pisada más eficiente es aquella que es relajada y descarga el peso de la forma más rápida y redonda posible. La pisada más eficiente nada tiene que ver con las zapatillas y sí con la técnica. Una zapatilla destruye en la amortiguación toda posibilidad de recuperar energía cinética entre paso y paso y desestabiliza y priva de toda mejore de propriocepción la ya de por sí olvidada articulación del tobillo.

Mito 3: Zapatillas milagrosas

¿En serio? ¿Estamos hablando de los creadores de las zapatillas que se adaptan al ciclo menstrual de la mujer?

Si bien utilizar zapatillas de running ligeras o naturales puede resultar ideal para reforzar el conjunto del pie, es importante hacerlo de forma segura. Pasar de repente de una zapatilla con amortiguación a una zapatilla mínima puede causar más mal que bien en un arco, unos músculos o unos ligamentos débiles.

 

De acuerdo con la idea de la progresión paulatina. La pregunta que me surge es ¿por qué esta transición para fortalecer el pie viene de una situación que, presenta textualmente, un arco, unos músculos y unos ligamentos débiles? ¿Es que acaso las zapatillas fomentan no tener suficientemente tonificados y desarrollados los pies y las articulaciones?

 

Alternar entre tus zapatillas de running habituales y unas zapatillas con menos amortiguación puede ser una excelente manera de recuperar la fuerza en el conjunto del pie y reducir el riesgo de lesiones.

 

Pasar directamente a las zapatillas minimalistas parece incluso una mejor opción así podemos ahorrarnos el dinero de otro par de zapatillas que hacen que nuestros pies se vuelvan débiles. No veo ninguna razón para utilizar dos pares de zapatillas: unos que fortalecen y unos que debilitan.

 

Mito 4: La sujeción y la amortiguación son para novatos

No importa lo experto que seas: correr incómodo nunca es bueno, ni para los pies ni para la mente. Las superficies de carrera modernas son duras para los pies, por lo que es vital protegerlos del impacto.

 

Las zapatillas con amortiguación y un drop superior a 0,3 fomentan que la pisada se realice con el talón lo que provoca el bloqueo del tobillo, la rodilla y la cadera. Esta es la causa del 80% de las lesiones de los corredores amateurs que con mucha ilusión y poco conocimiento se castigan cada día pensando que el dolor que sienten al acabar el ejercicio es sólo un hito a superar y no un elemento a corregir. El suelo es duro y no sentirlo y no percibirlo es la receta perfecta para no saber adaptarse a él.

 

Lo importante es hallar un tipo de protección apropiada que proteja el pie solo cuando lo necesite y le dé libertad y flexibilidad el resto del tiempo. Hay muchos corredores de maratón que cruzan la línea de meta con unas ASICS en los pies y que depositan su confianza en zapatillas con amortiguación como las GEL-NIMBUS o con amortiguación estructurada como las GEL-KAYANO.

 

Proteger el pie sólo cuando lo necesite. ¡Eso sí son zapatillas milagro! Hay muchos corredores de maratón que cruzan la meta con unas ASICS y para muchos puede ser una buena opción pero evolutivamente no las hemos necesitado hasta hace 40 años. Filipides pudo correr de Marathon a Esparta para pedir ayuda hace más de 2500 años. Abebe Bikila, Emil Zatopek y Jesse Owens no necesitaron de más que un poco de cuero protegiendo el pie para pasar a la historia del atletismo. ¿De verdad es necesaria la amortiguación estructurada?

Con la revolucionaria colección ASICS33, resulta muy fácil pasar a correr de forma natural y, al mismo tiempo, reducir el riesgo de lesiones. Esta colección incorpora la revolucionaria tecnología Propulsion Trusstic™, que actúa en la fascia plantar para reducir el riesgo de padecer dolor de arco, propulsar la pisada y ayudarte a correr de forma eficiente.

 

Me genera muchas dudas pensar que una zapatilla pueda reducir el riesgo de lesiones, actuar sobre la fascia plantar, propulsar la pisada y correr de forma eficiente. Estoy dispuesto a leer el estudio que demuestra que es así porque ni siquiera mi fisioterapeuta es capaz de hacer todo eso y menos a la vez.

A diferencia de otras zapatillas minimalistas, esta gama aporta al pie una sujeción crucial que brinda a cada persona la oportunidad de correr de forma natural con independencia de sus condiciones físicas.

¿Una misma zapatilla brinda a cada persona lo que necesita independientemente de sus condiciones físicas? ¿Acaso no entra esto en conflicto directo con el tema de que “no existen zapatillas milagrosas” y que “cada corredor tiene una constitución propia y diferente que imposibilita generalizar una única solución para todos”?

La única solución para todos es que cada uno use lo que le es propio e individual que es su propio cuerpo. Cada uno puede decidir su opción pero, por favor, si vamos a entrar en demagogias al menos que estén un poco más trabajadas y den juego para discutir. Podemos hablarlo todo pero no me gusta esgrimir argumentos científicos contra textos poco fundamentados basados en el “siempre ha sido así”.

Citando a Mohandas Gandhi: Primero te ignoran, después se ríen de ti, después pelean contra ti, y después tú ganas.

 

Artículo escrito por David Lampón.

Sobre el autor

Andreu

Andreu

Me llamo Andreu López y soy Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Pionero en los entrenamientos personales online en España. ¿Nos ponemos en forma? www.preparadorfisicoonline.com

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