Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones el trabajo de fuerza es fundamental para nuestro bienestar. En función de nuestras preferencias, gustos, objetivos y material del que dispongamos podremos entrenar de una forma u otra.
Podemos trabajar con pesas, con nuestro propio peso, con el peso de un compañero, con bandas elásticas, con pelotas medicinales, con fitball, tonificarnos dentro del agua… Hay multitud de posibilidades. Pero hay otra que seguramente poca gente conozca: las Kettlebells o pesas rusas.
Estas pesas un tanto características, tienen forma esférica con una base plana en la parte inferior y un asa en la parte superior. Su peso puede llegar hasta los 48 kgs.
De alguna forma podrían ser equivalentes a las mancuernas o peso libre.
En nuestro día a día nuestro cuerpo se mueve de una forma multiarticular y multiplanar, y el inconveniente de las máquinas era que sólo trabajábamos en un solo plano y una sola articulación. Este trabajo con las máquinas, a la hora de la verdad (en nuestras tareas cotidianas y prácticas deportivas), no se ajustaba a lo que entrenábamos, y el peso libre nos permitía trabajar de una forma más cercana a la realidad (multiplanar y multiarticular, o sea, un entrenamiento funcional).
Pues bien, las Kettlebells nos permitirán hacer un trabajo también multiplanar y multiarticular, un trabajo global que nos permitirá trabajar muchos músculos a la vez. Recordad que uno de los objetivos del entrenamiento de fuerza no debería ser el de tener un cuerpo grande y fuerte de por sí, sino una cuerpo coordinado y poderoso, apto para cualquier actividad física y cotidiana (y minimizando el riesgo de lesión).
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