Prepararse para correr una maratón tiene su complejidad. No es sólo salir a correr e ir acumulando kms. Una persona que ya acumule 10k y algún 21k en sus piernas, el siguiente paso lógico es lanzarse a preparar una maratón. Con progresar adecuadamente semana tras semana, no le debería suponer mayor esfuerzo el poder hacer su primera maratón, más allá de la marca.
Pero eso no es todo. La parte mental en esta prueba es fundamental. Primero porqué el día a día de los entrenos no es fácil. El volumen semanal de kms es bastante mayor que cuando preparamos un 21k. Y luego el día D; aguantar mentalmente los 42k es duro, aunque muscularmente estés preparado para ello. Pensar si aguantarás los 42k, si necesitarás más o menos agua, si el calor te pasará factura, si podrás coger un buen ritmo…
Prepara mentalmente una maratón
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Céntrate en el ahora. No pienses en el final. Piensa en ese km que estás corriendo ahora mismo. Tu objetivo es ir al ritmo marcado en ese km.
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Sé positivo y céntrate en tu ritmo. Paso a paso y piensa para ti que podrás seguir bien ese ritmo.
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Respira. El ritmo de un maratón no es alto. Respira bien, un cuerpo bien oxigenado rinde mejor. El oxígeno llega a los músculos y uno no se fatiga tanto.
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Piensa en todo el trabajo que te ha llevado al día D. En todos los entrenos, kms, días duros, días con lluvia… Todos tienen dudas antes de empezar. Pero no te servirá de nada pensar que no lograrás el objetivo o que terminarás lesionándote.
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Seguro que habrá algún momento duro durante la carrera. Llegado el caso, piensa en una cosa positiva: “Si bebo un poco de agua, se me pasará el cansancio”. Cuando vinculas un pensamiento positivo a una ingesta de fluido, empezarás a sentirte mejor una vez hayas bebido.
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¿Por qué decidiste hacer esa maratón? Cuando estés en un momento bajo, sufriendo y pensando en abandonar, piensa y recuerda porqué estás allí. Eso te dará un chute de motivación.