Las lesiones en el mundillo del running están a la orden del día. El correr implica impactar. Si somos de los que nos hemos pasado años corriendo 3-4 días por semana y además por asfalto, será normal tener ciertos problemas osteo-musculares.
Tobillos, rodillas, columna vertebral, un rosario de quejas, que pueden hacer que muchos deportistas no puedan correr. Así que hay buscar una alternativa, para seguir moviéndose y mantenerse en forma.
El deslizamiento es una habilidad motriz básica en el ser humano, fuente de sensaciones muy agradables y me atrevería a decir que adictivas.
Actualmente existen una multitud de posibilidades de deslizarse: Surf y todas sus variantes, skates, patines, nieve, y un sinfín de prácticas deportivas y artilugios que facilitan su práctica motriz. Pero sólo el Esquí de fondo y el esquí de ruedas o Roller Blading, pueden garantizar un alto nivel de gasto energético, para la mayoría.
Ante las reducidas posibilidades de esquiar durante todo el año (según dond ese viva, claro), el uso de la rueda se convierte en una interesante opción. La práctica regular del Nordic Blading, es decir patinar con la ayuda de unos palos, tiene grandes ventajas para nuestro organismo:
- La utilización de brazos, piernas, y de gran número de músculos que ayudan a fijar y sostener el tronco, implica un gasto energético alto, que se traduce en una excelente actividad “quema grasas”
- También, por la misma razón anterior, favorece un desarrollo más armónico de todo el cuerpo.
- La utilización de patines de línea, reduce el riesgo de las lesiones provocadas por la fatiga y el impacto que sufren nuestras articulaciones en el desplazamiento, como el running y todas sus variantes.
Deslizarse pues, no sólo es una fuente de placer, es una excelente alternativa, para mantenerse en forma y sentirse sano. Eso sí, para evitar impactos no deseados y minimizar sus consecuencias, es muy recomendable el uso de protecciones: casco, guantes, rodilleras, coderas y protectores de muslos y coxis.
