El miedo es algo inherente en el ser humano. Inherente y necesario. Es malo no tener miedo y yo añadiría que quien dice que nunca tiene miedo, está mintiendo. El miedo es lo que nos hace estar alerta, estar precavidos por aquello que desconocemos o que no controlamos. Si no tuviéramos miedo, no tomaríamos ninguna medida de protección ni de seguridad y esa dejadez jugaría en nuestra contra.
Si queremos avanzar, hacer algo que no hemos hecho nunca es lógico que tengamos dudas: ¿podré hacerlo?, ¿seré capaz? Estas dudas son una muestra de inseguridad y por tanto también de miedo. Pero eso es lo que precisamente nos hará avanzar y ser mejores.
Y en los corredores este factor está muy presente.
Muchos corredores se dedican siempre a un mismo tipo de rutina: corren unos 3 días a la semana, siempre el mismo volumen (algunas veces algo más rápido o más lento), entrenan casi siempre en el mismo entorno y se apuntan al mismo tipo de carreras, si es que compiten.
Esta forma de entrenar terminará por resultar monótona; nuestro cuerpo no se estimula lo suficiente como para ir mejorando y cuando un cuerpo no mejora se estanca. Y cuando se estanca, termina yendo hacia atrás. Bien es verdad que a lo mejor no tenemos ningún objetivo de marcas, ni pruebas ni nada, pero cuando a nivel físico sometemos al cuerpo a un esfuerzo que siempre resulta ser el mismo terminamos por acomodarnos y el resultado no es sólo una no mejora de nuestro físico como acabamos de comentar, sino una propensión a las lesiones. El cuerpo se fía, está cómodo, “baja la guardia”, nuestra tensión no es la misma y es fácil que empiecen ciertas molestias físicas.
En otras palabras, comer ensalada es bueno y sano, pero si siempre, cada día, comemos ensalada y además el mismo tipo de ensalada, nuestro cuerpo seguro que algún día echará de menos algún otro alimento e incluso llegaremos a aburrir y odiar la ensalada e incluso nos sentará mal.
Tenemos que ponernos retos. Variar. Ir algo más lejos. Y eso comporta hacer algo que no he hecho nunca.
- Una carrera más larga.
- Correr con calzado minimalista o descalzo.
- Batir mi marca.
- Entrenar en otros entornos y en compañía de otros deportistas.
- Hacer una carrera de montaña, si es que siempre he corrido en llano.
- Hacer algo de bici y/o natación para preparar un duatlón o triatlón.
Ello comporta cambiar nuestros hábitos de entreno. Y nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Pero estos cambios, estos nuevos retos, nos invaden de dudas. De miedos. Pero como he dicho algo más arriba, el miedo es bueno y necesario. Bien canalizado es lo que nos permitirá avanzar y tener éxito.
¿Seré capaz de terminar?
Lo primero que me preguntan es si serán capaces de hacer su primer maratón o su primer gran reto de larga distancia. Entendiendo que ese deportista ya tiene una base y que vamos quemando etapas progresivas, lo demás es simplemente ser conscientes de las limitaciones de cada uno y enfocar bien los entrenamientos.
Un buen sistema como entrenador es explicarle por encima como enfocaremos el mesociclo. Viendo que iremos cada semana aumentando entre un 10% y un 20% el volumen de kms. Y que ese aumento no debería ser ningún obstáculo para él.
Si el objetivo es el maratón, el corredor deberá ser capaz de correr 32 km seguidos en el punto álgido de la planificación. Y en carreras más pequeñas, con que seamos capaces de correr 2-3 kms por encima del kilometraje de la prueba, no habrá problemas.
Cuanta más información le demos al deportista, más confiado estará y más posibilidades de éxito. Menos miedo. Más control.
¿Y si reviento a media carrera?
Típica duda de los que quieren batir su marca en una prueba o los que harán un reto determinado por primera vez. Muchos pecan de inexperiencia. Y las carreras, bien sean de 10 kms o maratones, no son pruebas de velocidad. Cada corredor tiene su ritmo de carrera y su ritmo de entrenamiento. Es conveniente entrenar de vez en cuando a ritmo de competición (no siempre, puesto que nuestro cuerpo terminaría saturándose), y algunas veces por encima del ritmo de competición. Pero la mayoría de veces entrenaremos a ritmo de entrenamiento, valga la redundancia.
Con la ayuda del entrenador tienen que hablar del objetivo de la carrera:
- Marca que iremos a buscar.
- Estrategia que utilizaremos para buscar esa marca.
Y obviamente entrenar en vistas a estos dos objetivos. El objetivo tiene que ser realista y consensuado entre los dos. Así, el corredor “entiende” el porqué de los ritmos de entrenamiento, y para el día de la competición tendrá claro a qué ritmo tiene que salir y cuando puede o debe apretar. Controlando y habiendo entrenado la variable ritmos/marca, reduce su miedo.
Pero la carrera no es llana…
Y de repente resulta que me he apuntado a una carrera que tiene un par de repechos que temo, que me harán hincar la rodilla. A lo mejor soy capaz de correr los 21 km del medio maratón, pero conociendo el recorrido veo que si voy a mi ritmo voy a petar o bien tendré que caminar en algún tramo. Miedo.
No soy partidario de agobiar al corredor entrenando con desniveles y menos si no está acostumbrado (riesgo claro de lesión si abusamos). Así que durante el primer tercio de su preparación entrenará en llano, como hace habitualmente. Y según como sea el recorrido de la competición y de su dureza, incluso voy a esperar al último tercio de la preparación para recrear en los entrenamientos el recorrido de la prueba. Ya vendremos con una buena base, así que tendremos la fuerza suficiente como para hacer entrenamientos cortos pero de potencia con desniveles incluso algo superiores de los que nos vamos a encontrar en la carrera. Estamos trabajando la confianza, también. Menos miedo.
El muro
El tan temido muro en el maratón. O en cualquier prueba de larga resistencia. Siempre hay un punto (y no tiene porque ser necesariamente al final de la prueba), que viene el hombre del mazo. Y eso nos de miedo, temor y respeto. Aquí el problema es físico y mental. Pero no significa necesariamente que hayamos entrenado mal. Aquí pueden jugar otros factores.
Aconsejo en los entrenamientos de larga distancia, poner un extra de volumen. Cuando haya terminado, me obligo a correr hasta el siguiente parque o me obligo a continuar hasta que termine la canción que estoy escuchando. Siempre podemos hacer algo más. Pero hay que ponerse un objetivo en ese momento. O hasta que no encuentre a un corredor que corra con una camiseta roja, no paro. Así, trabajamos la tolerancia al esfuerzo. Así, adaptamos al nuestro organismo a forzarse, cuando ya no puede más o cuando cree que ya no puede mas, o simplemente cuando cree que ya ha terminado. Lo engañamos un poco. Este sobreesfuerzo, queda grabado en nuestro cerebro y en nuestros músculos.
Ya veis, todo reto nuevo comporta dudas, preguntas, indecisiones. Miedos, en definitiva. Pero si somos capaces de controlarlo, de superarlo, de canalizarlo, eso nos hará más fuertes, nos hará crecer no ya como deportistas sino como personas y veremos que nuestro cuerpo, poco a poco, no tiene límites.
Didac
21 de noviembre, 2011 a las 11:02 pmBravo Andreu, me viene este articulo que ni pintado!
El domingo hago mi 1ª media maraton y al ser de montaña, me daba algo de respeto,
Bien explicado todo el concepto del miedo escenico de los corredores que quieren batir sus récords…
Koldo
24 de noviembre, 2011 a las 8:20 pmDidac, leyendo tus entrenos, estoy seguro que acabarás sobrado la media maratón de montaña, a menos que te hayas puesto un reto más allá de acabarlo. Pero siendo tu primera media no creo que te hayas metido en esos fregados. Mi recomendación: sé un poco conservador (ahora que está de moda el PP) al comienzo, y echa el resto en los kilómetros finales. A fín de cuentas, es mejor que la gente te pase al comienzo y seas tú quien pase a la gente al final que viceversa.
Palomayker
21 de noviembre, 2011 a las 11:39 pmMuy buen artículo Andreu, estoy en esa fase de búsqueda de retos, me veo bastante bien de forma ahora y quiero hacer buenos entrenamientos para disfrutar y conseguir mis objetivos y aplicaré una cosa que has dicho que me ha gustado mucho de “engañar un poco al cuerpo”. Gracias.
Alonso Cepeda Romero
22 de noviembre, 2011 a las 8:47 amHola chicos, yo soy menos inexperto que vosotros, yo hace poco que he empezado y llevo todavía 3 carreras populares de 10kilometros, pero tengo tanta ambición, tantas ganas de correr siempre, corro los 10 en 50minutos, pero quiero entrenarme para la media ya, nunca se como hacerlo y me da MIEDO hacerlo mal y que luego no valga para nada, quiero superarme a mi
Mismo y esto que ha dicho Andreu me ha ayudado que hay que intentarlo y no temer las cosas. Pero no se como entrenar la media. Aun sigo con ese pequeño medio pero lo superare y seguiré corriendo todo lo que pueda…
andreu
22 de noviembre, 2011 a las 8:15 pmAlonso, aquí tienes un post sobre como preparar la media maraton.
Suerte!
http://www.mybestchallenge.com/blog/preparando-mi-primer-medio-maraton
SANDRA
13 de febrero, 2013 a las 8:21 amME ENCANTO… ME DESCRIBIO MUY BIEN SOBRE TODO QUE PLANEO CORRER MI PRIMER MARATON EN UNOS MESES..Y ME HE HECHO LA PREGUNTA A MI MISMA SERE CAPAZ DE TERMINAR? PERO LO DECIDI HACE UN TIEMPO Y CUMPLIRE MI RETO DE SALIR DE ESA META AUN ENCIMA DE ESE MIEDO…QUE AL FINAL DE CUENTAS NO ES MALO. PERO SE QUE AL LLEGAR ALA META SERA UNO DE LOS MEJORES DIAS DE MI VIDA… SALUDOS.