Hace ya más de 2 años escribí un post sobre la hamburguesa vegana Beyond  Meat. En él ya vaticiné su fracaso en el corto plazo. Y así ha sido.

Para mí, uno de los principales indicadores es lo que está pasando a nivel empresarial con su cotización en la bolsa americana. Dicha empresa llegó a cotizar a casi 180 dólares y hoy día van a 14 dólares la acción.

Más allá del tema pandémico y de la guerra Rusia-Ucrania, está claro que dicha hamburguesa vegana no ha cuajado entre la población y los inversores han dejado de creer en este producto.

La razón de sus pocas ventas

Ya en su momento me aventuré a explicar el porqué de su fracaso:

• Precio caro
• Producto ultraprocesado
• Sabor muy poco parecido al de la carne
• Difícilmente un producto dirigido a veganos será consumido por no veganos
• Se estima que hay un 1% de población vegana

Sus inicios fueron muy prometedores (por aquello de la novedad) y en la población estadounidense se empezó a popularizar el ir a un restaurante a pedir una “Beyond Meat”.

El mayor éxito para un producto es que la gente lo pida con el nombre de la propia marca (como pasa con el pan bimbo, por ejemplo. O con el papel albal). Pero esa ilusión duró sólo apenas unos meses. Las ventas bajaron en picado y la empresa optó por sacar otros productos veganos, pero ni con ellos, remontaron el vuelo.

Los productos “plant-based”

Si miramos un poco hacia atrás, hace unos 3 años que algunas empresas empezaron por comercializar de forma “seria”, productos “plant-based”, que prometían sustituir los preparados de carne (hamburguesas, salchichas, albóndigas…).

Pero como digo, pese a unas expectativas iniciales muy prometedoras, la realidad es la que es y este tipo de productos parece que no tienen cabida en el mercado.

Según un estudio de Deloitte, alerta que en USA, el mercado de los productos “plant-based” ha caído un 10%, después de un fatídico año 2021. Sus ventas ascendieron a 1.400 millones de dólares, cuando se esperaba justo el doble de esa cifra. Y lo que es peor, se espera una bajada de más del 6% para el próximo año.

El precio de dichos productos y su gusto “poco atractivo”, son las principales razones que esgrimen los expertos tras analizar este fracaso.

Además, por si eso no fuera poco, la pandemia, lo que nos ha traído (entre otras cosas), es el retorno del consumidor a los alimentos “habituales”, como las carnes, pescados, huevos…dejando de lado productos “modernos”, novedosos, caros y “fashion”.

Si a esto le sumamos que este tipo de productos utilizan muchas materias primas y que estas han visto encarecerse su precio, ya tenemos el combo perfecto para que los consumidores hayan optado por otro tipo de producto más baratos y gustoso.

A todo eso, los inversores (que con la guerra, tienen ahora menos dinero en el bolsillo), no quieren arriesgarse a meter más dinero en este mundo vegano a sabiendas que se necesita mucho capital para hacer un buen producto y que aún así, no parece ser que la gente vaya a comprarlos en masa.

Si hablamos de España, el volumen de negocio ronda los 87 millones de euros y las empresas saben que el futuro pasa por rebajar el precio final del producto.

Malos tiempos para el mundo vegano.