Nos gustan los retos. Nos motivan. Nos ayudan a entrenar. Entrenar por entrenar, ¿qué sentido tiene? Entrenamos para estar en forma y adelgazar, entrenamos para participar en una carrera de 10 kms. entrenamos para nuestro primer triatlón, entrenamos para hacer record en la maratón… Siempre hay un motivo que hace que nos calcemos un par de zapatillas y empecemos a correr.

Y normalmente este reto va acompañado de un objetivo. Al gusto del consumidor:

• Bajar de 50 minutos en los 10 kms.
• Hacer mi primer maratón y terminar entero.
• Hacer mi propio record en la maratón.
• Ayudar a mi pareja a hacer su primera carrera de 5 kms.
• Hacer mi primer triatlón sprint.
• Hacer la mínima en la media maratón, para poder ir a Nueva York a hacer la maratón.
• Iniciarme en las carreras de montaña.
• Hacer de liebre a mi hijo que va a correr su primera carrera.
• Ser capaz de ponerme a correr a los 40 años cuando nunca antes había hecho nada de deporte.
• Participar en la carrera contra el cáncer.
• Participar en la San Silvestre disfrazado y con los amigos haciendo fotos y grabando un video.
• Quiero  entrenar para los 10 kms y perder peso.
• Salgo de una rehabilitación dura y quiero entrenar para poder participar en alguna carrera y demostrarme a mi mismo que soy capaz.
• Me juré que si aprobaba el examen empezaría a correr.

En fin, entenderéis que pueden haber mil y un objetivos. Fijaros en una cosa; los motivos pueden ser de distinta naturaleza:

• Mi primera competición en esa especialidad.
• Hacer record en una prueba determinada.
• Perder peso/Ponerme en forma.
• Ayudar a mi hijo/pareja/amigo a conseguir su reto.
• Participar en una prueba de cariz festivo/lúdico/social
• Correr una carrera en un país distinto y así aprovechar para hacer turismo.

O sea, y concretando más:

• Objetivo de resultado: hacer una marca determinada o simplemente terminar de una forma digna.
• Objetivo de proceso: Mientras entreno, soy feliz, me lo paso bien, adelgazo, me pongo en forma, lo hago con mis amigos, entreno con mi hijo, me compro ropa nueva sólo para entrenar,  incluso me veo más guap@…
• Objetivo de rendimiento: veo que soy más fuerte que meses atrás, me veo más fino, mi zancada es mejor, me veo más flexible, aguanto un ritmo de carrera más elevado, veo que podré hacer mi primer maratón…

Normalmente nos centramos en un solo tipo de objetivos, pero los demás obviamente también van unidos entre ellos.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando no consigo mi objetivo? ¿Habré fracasado?

Un atleta que tenía como objetivo correr la maratón en menos de 3 horas y hace 3 horas y 1 minuto, habrá fracasado. Pero el atleta que tenía previsto correrla en 3 horas 30 minutos y hace 3 horas 25 minutos, será el atleta más feliz de la carrera

El éxito y el fracaso no dependen de lo que hacen los demás comparado conmigo. Depende del objetivo que yo me había planteado para mi.

Lo ideal sería plantearnos unos objetivos acordes a nuestras posibilidades. Algo que sepamos que podemos conseguir con nuestros entrenos y  nuestra disponibilidad.

Yo recomendaría empezar por unos objetivos de proceso y rendimiento.

Si empiezo a correr que sea porque me gusta, me motiva. A lo mejor vivo cerca del parque o del mar y eso me invita a ponerme las pilas y a motivarme. A lo mejor quedo con un amig@ y aprovechamos para charlar de nuestras cosas.  Y eso me ayudará a estar en forma y a adelgazar (proceso).

Y al mismo tiempo, puedo ver como he pasado de correr 10 minutos seguidos a correr 30 minutos sin parar. Además, me noto más flexible y durante el día estoy más activo, me despierto con mejor humor y el cuerpo me pide más alimentos saludables.  Y por si eso fuera poco, los dolores de la espalda han desaparecido. (rendimiento).

En esta primera etapa yo no me plantearía hacer ninguna marca en concreto ni participar en ninguna prueba. El riesgo de fracaso podría ser bastante elevado.  Seguramente sería capaz de hacer una carrera de 5 o 10 kms. pero a lo mejor terminaría andando, hastiado o con unas malas sensaciones y el día siguiente encima con agujetas. Y mi sensación habría sido de fracaso total y a lo mejor terminaría dejando de correr pensando que esto no es lo mío.

En tanto que vaya a correr de vez en cuando y vea que me gusta, que me atrae, que me lo paso bien y lo disfruto me podré empezar a plantear algún objetivo de resultado. En los entrenos debería realizar algún test. Ver si realmente estoy capacitad@ para hacer mi primera carrera de 5 o 10 km (o de lo que sea). Si el test es positivo, adelante, habrá llegado el momento de encarar nuevos retos y nuevos objetivos.

Y es importante acceder a los objetivos de resultado cuando realmente estemos preparados para ellos. Y no sólo por el hecho de haber logrado nuestro objetivo (éxito deportivo), sino por todo lo que conlleva este éxito: mejora de la autoestima, conciencia tranquila por el trabajo bien hecho durante  los últimos meses, aumento de la motivación de cara a futuros retos, aumento de confianza, orgullo por conseguir ese objetivo por primera vez…

De momento, Albert ya ha prometido al slooping Team un buen arroz en uno de los mejores restaurantes de Barcelona después de la maratón. Aunque no consiga su reto de bajar de las 3 horas. O sea, a lo mejor no consigue su gran objetivo, pero sí que habrá cumplido con otros objetivos (de rendimiento y proceso) a lo mejor más pequeños pero no por ello menos importantes: conocer nuevos métodos de entrenamientos, aplicar más a fondo la paleodieta, probar otro tipo de material deportivo,  adaptar más su físico a la maratón, conocer a nuevos compañeros de entrenamiento como Toni…

Así pues, pase lo que pase el día 6 de Marzo lo vamos a celebrar sí o sí.

PD. Sí, ya sé que el arroz no es muy paleolítico, pero Pau va hacer la vista gorda. Tan gorda que creo que se va a zampar 2 o 3 platos…