El trabajo de fuerza es clave para nuestra salud. Da igual ser hombres o mujeres, niños o ancianos. La realidad es que si nuestro cuerpo no tiene un mínimo de fuerza muscular enfermaremos más y tendremos menor calidad de vida.
Y aunque esta aseveración la entiende todo el mundo, resulta que a la hora de la verdad no todo el mundo la pone en práctica.
Aún hay el mito de que los niños no pueden trabaja mucho la fuerza y la gente mayor, de la 3era edad, tampoco son muy propensos a trabajarla. Básicamente por 2 razones:
- Por una cuestión de hábitos. Son gente que en su juventud no han ido nunca a un gimnasio o han hecho deporte (de hecho, casi no había gimnasios y no había la cultura deportiva que hay hoy en día)
- Por creer que son prácticas lesivas y que su cuerpo no está hecho para trabajar la fuerza
Y lógicamente es un error. A más edad, más necesidad de trabajar la fuerza. Obviamente teniendo en cuenta la edad y condición física de cada persona.
La 3a edad y la sarcopenia
Según los expertos, empezamos a perder músculo a partir de los 35-40 años y se acelera a partir de los 60. Podemos llegar a perder hasta un 3% de masa muscular por año.
Y es que perder masa muscular es más problemático de lo que parece. Nos afecta a nuestro bienestar, dormimos peor, tenemos muchos problemas articulares y musculares, dolor agudo y crónico, problemas a la hora de hacer ciertos desplazamientos (andando, trotando…) y eso tambien nos repercute mentalmente (ansiedades, depresiones…)
Y por si fuera poco, la sacopenia (la pérdida de masa muscular), se ha relacionado con la diabetes tipo 2, la hipertensión y la obesidad. Y un diabético vive un promedio de 10 años menos respecto a un no-diabético.
Cómo combatir la sarcopenia
Con el trabajo de fuerza aumentamos la fuerza del tejido conectivo y la densidad ósea, lo cual nos permite reducir el riesgo de caídas y fracturas. Eso, sin contar con el bienestar psicológico asociado a ello.
Pero a pesar de estos beneficios, solo el 9% de las personas mayores de 75 años realiza entrenamiento de fuerza con regularidad (2 días semana)
Es importante destacar que la edad en sí misma no debería ser un factor limitante, como tampoco lo son las enfermedades comúnmente asociadas a la sarcopenia, como la artritis, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la demencia, la osteoporosis y los accidentes cerebro-vasculares. Sea cual sea nuestra condición, simplemente tenemos que adaptar el ejercicio a ello.
Podemos empezar con 1 día a la semana, con series de 8-12 repeticiones, cargas ligeras y trabajando todo el cuerpo de forma global. En casa, sin moverse del sitio. Incluso sin nada de material podemos entrenar y estar en forma. Sólo con eso, sumaremos años de vida.
¿Te animas?