Prácticamente todo el mundo sabe quien es Ibai Llanos. El uno de los streamers y youtubers más seguidos mundialmente de habla hispana tiene un problema. Y salta a la vista. Ibai es obeso y nunca ha escondido su problema sobre ello.
Es más, en más de una ocasión, en algunos de sus vídeos ha hecho hincapié en su problema y en como le afecta a su salud. Y en sus conflictos internos para poner remedio a su sobrepeso. De hecho, el streamer ha habilitado en su casa una planta donde ha montado un gym en el que ejercitarse. Obviamente la cosa no le ha resultado pese a tener un entrenador personal y pese a sus numerosos intentos.
Intentos como el de estos días en el que ha optado por tirar la toalla (otra vez). Y es que según el mismo Ibai, le falla la motivación. Tiene el gim en casa, tiene a un entrenador personal, a un dietista-nutricionista y en su momento empezó entrenando 4 días por semana y con muchas ganas. Pero esas ganas, esa motivación inicial fue desapareciendo rápidamente.
Y las RRSS no ha tardado en reaccionar. Él mismo sacó un vídeo explicando el porqué de este abandono (básicamente excusas) y como digo, la gente poco ha tardado en «criticarle».
«Que si es una cuestión de prioridad e Ibai no tiene a su salud como algo prioritario, que si lo que más le ayudará es la alimentación y él no quiere sacrificar según qué cosas de la comida…».. La verdad que es hay millones de seguidores que están pendientes de su evolución física.
Tanto es así, que es de agradecer que no se quiera esconder o que no quiera explicar las cosas como son. Ibai se había propuesto un reto, se había marcado unas fitas, ha invertido tiempo y dinero para conseguirlas y no lo ha hecho.
Y al menos, ha tenido la decencia de hacer un video explicando el porqué de las cosas. Gustará más o gustará menos, pero alguien con tantos seguidores (y algunos de ellos, también obesos), tenía la obligación moral de salir a la palestra y ser sincero.