El deporte no sólo es trabajar físicamente y trabajar unas técnicas concretas. La cabeza juega un papel muy importante. Tanto antes de la competición, como durante, la estrategia y la táctica son fundamentales para conseguir el éxito. Son dos conceptos sacados del ámbito militar pero que el deporte los ha hecho suyos.
La estrategia es todo aquello que hacemos antes de la competición. El como entreno, cuantas horas voy a dormir antes de la competición, como me voy a vestir, que voy a comer los días anteriores, el analizar el recorrido, como plantearé mi carrera… Podríamos decir que la estrategia termina cuando suena el disparo de salida.
La táctica en cambio son todos los procesos que conjugan los aspectos físicos, técnicos, psicológicos para dar una solución inmediata a las imprevisibles situaciones que nos podemos encontrar durante la competición.
Muchas veces la táctica no tiene nada que ver con lo que hemos preparado (estrategia).
Mucha gente piensa que en los deportes individuales no hay táctica. Y no es así. Parece evidente que en los deportes colectivos (futbol, básquet, voley…) la táctica es un factor predominante, pero cuando hablamos de runners, ciclistas, triatletas, veremos que este factor también tiene su importancia.
Veamos un poco en que se fundamenta la táctica:
Comportamiento racional: existen unos procesos cognitivos en los cuales nos debemos basar para rendir mejor (atender, percibir, recordar, pensar, memorizar…). Debemos basarnos más en lo teórico que no en lo instintivo. La táctica es un proceso que se planea, que se prepara que se puede enseñar y por tanto se puede aprender.