En su momento, ya escribí un post sobre Ibai Llanos y su obesidad. El mismo Ibai era (y es) consciente de su problema físico y desde siempre ha intentado ponerle remedio. Lo que no sé es porqué Ibai siempre se ha negado en seguir unas pautas bajas de hidratos para perder peso, cuando es lo único que le ciencia realmente respalda.
¿El problema?
Su falta de dedicación y paciencia. Le gusta comer, no le gusta en exceso el ejercicio.. y eso hacía que todos sus intentos para perder peso, cayeran en el más absoluto fracaso.
Pero desde el último año que Ibai se puso las pilas con un entrenador personal, se montó un gimnasio en casa y empezó a comer algo mejor (pese a su adicción a la comida basura).
Y ya tenemos los resultados. El mismo Ibai Llanos ha confesado que el cambio lo ha hecho no por fines estéticos sino de salud (tiene varios problemas derivados de su obesidad de muchos años). Y es que hay gente que cree que ser obeso no implica tener mala salud… Así que ha hecho bien de recalcar que el objetivo número 1 de su “operación bikini” fue por motivos de salud.
Según el mismo influencer, ha pasado de 170 kilos a menos de 100. En su momento llegó a pesar 170 kilos y en estos últimos tiempos ha bajado 35 kilos, así que es una buena evolución.
Otra cosa son las críticas de la gente en las RRSS donde dicen que lo ven más feo, al haber se quedado “chupado” de cara. Obviamente Llanos les ha contestado que le trae al pairo dichas opiniones y que él se siente más feliz y sano que nunca.
Los problemas de adelgazar rápido
Yo siempre sospecho de este tipo de cambios. Parece claro que Ibai está haciendo deporte y que se le va más tonificado y sin mucha flacidez y que obviamente ha mejorado su alimentación.
Pero no podemos negar que la aparición del medicamento Ozempic (de tan éxito en los USA), no haya sido la otra pata del éxito de Ibai.
Y como ya comenté en su día, este tipo de métodos de adelgazamiento rápido, tienen varios problemas:
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Pérdida de masa muscular
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Problemas de equilibrio y movilidad
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Flacidez de la piel
Todo eso, se puede minimizar si hacemos deporte y comemos realmente bien. Pero el problema de fondo del Ozempic es que a parte de “eliminar” la grasa, al existir pérdida muscular no sabemos muy bien qué puede pasar con nuestro corazón. Y es que el corazón es un músculo cardíaco y no hay estudios que nos digan que pasa a nivel cardíaco cuando uno lleva una temporada tomando este medicamento.
¿Más infartados? ¿Más jóvenes? ¿Imposibilidad de hacer deporte a cierta intensidad?
Los efectos secundarios del Ozempic los veremos dentro de no muchos años, pero mientras yo no me fiaría mucho.