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21 Días con calzado minimalista (Semana II)

21 Días con calzado minimalista (Semana II)

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Esta es la segunda semana de una serie de tres (primera semana) en las que mi intención es adaptarme a una nueva forma de caminar y correr. Para ello he sustituido mi calzado tradicional por calzado minimalista a la hora de realizar todas las actividades cotidianas. El propósito es incorporar en el día a día de la manera más imperceptible el fortalecimiento de la musculatura necesaria para este nuevo proceder biomecánico. A pesar de tratarse del comportamiento lógico y natural del cuerpo por su diseño las dos últimas generaciones lo hemos ido evitando y olvidando al usar un calzado excesivamente amortiguador.

Realmente las sensaciones son muy diferentes sin que ello signifique que el cambio es traumático. A día de hoy considero que ha sido un acierto plantearlo de este modo ya que es la manera más progresiva y natural. No voy a negar que, a veces, cuando estoy sacando al perro, empiezo a mirar el suelo con ojos golositos y me pregunto qué se sentirá al caminar completamente descalzo. Tener los pies separados del suelo por cinco centímetros de goma te aísla y te incapacita para sentir lo que te quieren transmitir. Unos pocos milímetros te abren los ojos a la antesala de un nuevo elenco de sensaciones. Y el tiempo de los paseos parece acortarse mientras pienso en todo lo que aun me estoy perdiendo: temperatura, profundidad, charcos, presión, relieve, rugosidad, hierba, tierra, arena… Todas las superficies se presentan como pequeños retos con sus propias características y peculiaridades. Igual que un bebé que despierta a la vida siento que me estoy volviendo muy curioso.

Bajando a un nivel menos metafísico y mucho más práctico y terrenal tengo que confesar que calzarse las zapatillas sigue siendo algo complicado (más el pie izquierdo que el derecho) pero se va viendo algún progreso: ya no se me duermen los dedos al llevarlas puestas.

Este fin de semana tengo la suerte de poder estar a un entorno rural y descalzarme en varios momentos. Los pies, el cerebro o mi ilusión tiran de mí con fuerza para que siga muy pendiente de lo que va sucediendo ahí abajo y todo lo que voy notando cuando atravieso diferentes partes de la casa o del terreno. En las superficies lisas tengo una sensación agradable y sobre las piedrecillas y cantos rodados del camino percibo el dolor pero me obligo a soportarlo. Cada vez que una piedra te haga ver las estrellas en lugar de maldecirla dale las gracias porque está haciendo que tus pies cada vez sean más inteligentes,adaptables y sensibles al terreno que pisan.

Conforme cojo soltura con las zapatillas decido empezar a probar cosas según me pasan por la cabeza de entre todo lo que he ido leyendo y todo lo que voy percibiendo:

  • Hago un recorrido talón punta intentando flexionar y reactivar la musculatura del puente del pie (que en mi caso es muy poco pronunciado al tener los pies bastante planos). Llegar hasta el dedo gordo hace que la parte delantera del pie se expanda separando de forma natural los dedos.
  • Me concentro en hacer el mínimo ruido contra el suelo, al estilo ninja, y transformar cada pisada desde una bofetada vertical a una caricia horizontal. El mismo recorrido, las mismas zapatillas y el dolor del primer día ha desaparecido casi por completo.
  • Adelanto las rodillas de manera pronunciada en la dirección de la marcha para pisar aun menos con el talón y más con el cuarto y quinto metatarso del pie. Con este ejercicio me doy cuenta de que aunque no lo pretenda el pulgar del pie (dedo gordo) marca el camino, siempre apunta hacia adelante.
  • Hago un esfuerzo para flexionar las rodillas y aun así mantener la postura recta aunque relajada del tren superior. Todo esto ayuda a una pisada aún más silenciosa.

Además he incorporado un pequeño ejercicio de forma esporádica: intento en la medida de lo posible mantener esta postura en lugar de sentarme.

La posición de los pies y el reparto del peso es muy similar al de la pisada ideal aunque parezca contraintuitivo. Al principio la tendencia natural es llevar el peso muy adelante para mantener el equilibrio lo que genera que se tense el tibial y los tendones de la parte delantera a la altura del tobillo. La opción contraria que sería dejarse ir hacia atrás sobre los talones no es una opción ya que, del mismo modo que cuando esquiamos o patinamos, si desplazamos el peso por detrás de la vertical del cuerpo (perpendicular al suelo) lo más probable es que rodemos de espaldas. Hay que mantener la postura relajada y conseguir el momento de equilibrio que haga que el peso descienda lo más vertical posible hacia el suelo.

Tomando el texto del libro Proprioception: Making Sense of Barefoot Running de Lee Saxby (traducción libre):

Una sentadilla natural con los pies descalzos requiere que el pie esté plano pero el peso corporal esté predominantemente aplicado sobre la almohadilla del pie. Nótese la similitud con la presión plantar del correr natural. La sentadilla con pies descalzos favorece y mantiene la necesaria movilidad y estabilidad para las actividades barefoot.

Esta postura es con la que se sientan a comer en muchos países y realizar todas las actividades en estático cuando no se está de pie. No está en mi voluntad abrir una nueva guerra contra las sillas y sofás pero revisad una vez más la imagen que os he dejado arriba y mirad lo perfectamente ajustadas que están la columna y la cadera y lo perfecto del equilibrio del cuerpo sobre sólo dos pies. La mayoría de mamíferos necesitan cuatro patas para mantener el equilibrio, nuestros parientes primates requieren de sus fuertes brazos para hacerlo, nosotros hemos evolucionado hasta poder mantenernos en equilibrio únicamente con dos puntos de apoyo. Es una posición que al principio cuesta pero se acaba haciendo sorprendentemente cómoda.

21 días consecutivos es el tiempo necesario para asimilar un hábito. Las redes neuronales se modelan con ese fin para acelerar el tránsito de los impulsos nerviosos con mayor facilidad y pasadas tres semanas aproximadamente se establece que se ha interiorizado totalmente. Esto es aplicable para cualquier aspecto vital, lo que cuesta el primer día pasados 20 más es un juego de niños. Pero todo resulta mucho más sencillo cuando subyaciente hay un sentimiento de ilusión y novedad. En este preciso caso, que es el que vivo yo ahora, lo difícil es no intentar acelerar e incrementar la carga de ejercicios y sensaciones.

La próxima semana os presentaré el último artículo de la serie con las sensaciones ya casi de plena adaptación y una serie de conclusiones con las que espero facilitaros algunos pasos y agilizar vuestra transición y aclimatamiento muscular.

Artículo escrito por David Lampón

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David Lampón

24 Comentarios

  1. Ramon Anglada

    19 de julio, 2011 a las 6:59 pm

    Hola David yo ya llevo 10 dias “descalzo” y 130km, de los cuales he pisado todo tipo de terreno, el diario caminos rurales, tierra dura, com piedrecitas, trozos verdes y trozos con asfalto y este domingo quise probar otro terreno, la alta montaña. Salimos de Queralbs (Pirineo en la comarca del Ripolles), se empieza siempre subiendo, la 1era parte es bosque, raices, piedras de todo tipo y verde, también charcos y barro, vamos cogiendo altura, ya estamos en la cota 2000mts, prado alpino, una gozada, seguimos subiendo en dirección al Torreneulas 2711, dejamos el prado y el terreno es un canchal (tartera en catalán) piedras y más piedras de todo tipo y medida, pero bien, corriendo y llaneando como si fuera con calzado, empezamos a perder altura, otra vez prado alpino y llegamos al refu Coma de Vaca, otra vez para arriba hasta el Balandrau 2579 y más de lo mismo, la llegada al coche por un bosque de avetos precioso y con unos senderos muy juguetones. Conclusión, no acordarme de los zapatos, pero los Five Fingers tienen que ir muy sujetos como si estuvieran pegados. Ah, también cruzamos riachuelos y ningún problema, sientes el agua fria un poco de humedad pero nada…a correr

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:42 am

      Ramón, tu ritmo y atrevimiento son envidiables y dignos de elogio.

      Creo que tu experiencia es tremendamente positiva para todos los que aun tienen dudas. Me gustaría hacerte una pregunta: disfrutas más corriendo con calzado minimalista? Vives más la sensación y el recorrido?

      El hecho de no poder descuidar ni un segundo tu forma de pisar ni el cómo aterrizar los pies sobre un terreno muchas veces plagado de pequeños obstáculos hace que el correr requiera de toda tu atención y los kilómetros se sucedan sin freno mientras vas entretenido exclusivamente en dar un paso después de otro. Acostumbrados a concentrarnos sólo en la respiración y mantener un buen ritmo cardíaco de repente necesitas todos tus sentidos para conseguir pisar suave y ligero. Para mí desde luego, correr ha pasado a ser algo muy entretenido sin pensar en marcas ni tiempos. El mp3 y el gps en casa =)

    • Albert

      20 de julio, 2011 a las 11:00 am

      Hostias Ramón! leyendo tu comentario me han venido a la cabeza dos cosas:

      1) la de kms que hicimos juntos (pero con zapatillas de trail running!) 🙂

      2) que huevos tienes, my friend! lo tuyo es la hostia!

      sigue así y sigue compartiendo con el resto de “humanos calzados” que estamos valorando si meternos o no en el BFR. Gracias de nuevo por compartir!

  2. carles72

    19 de julio, 2011 a las 11:06 pm

    oye Ramon tu no padeceras del sindrome de Riley Day,ya sabes lo que padecia el protagonista “ronald niederman” en la trilogia millenium de stig larsson,ja,ja solo con leer lo que te has pateado me duele ambas plantas del pie…..

    esperando la tercera parte David!!

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:49 am

      Realmente suena espectacular: 130 km en calzado minimalista es un tute que rompe esa norma que siempre comento de no intentar hacer demasiado, demasiado pronto. Supongo que cuando se trata de un corredor experimentado y encima ligero en cuanto a pesa (59kg) las normas y reglas quedan un poco de lado. Aun así hay que destacar su rápida adaptación lo que creo que me lleva a pensar que su técnica ya era muy buena cuando corría con calzado tradicional.

      Un saludo Carles!

  3. Gustavo

    20 de julio, 2011 a las 2:26 am

    Muy interesante. Ánimo.

    Salud!

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:45 pm

      Gracias Gustavo,

      En breve pasaremos a la fase post-principiante que espero te resulte más interesante que ésta por la que ya has pasado antes que yo =)

      Un saludo.

  4. ramon anglada

    20 de julio, 2011 a las 10:16 am

    David, disfruto mucho más ahora, ya que soy consciente de la pisada y del terreno, pero poco a poco voy centrandome sólo en correr, ayer sin ir más lejos, en la salida habitual (12km), ya hice unos registros por debajo de 5′.
    La duda, tendre frio en invierno?….por suerte compre unos injinji.
    Los pies, ni callos ni duricias ni nada de nada, finos y lisos como un bebe.

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:43 pm

      Magnífico Ramón =)

  5. JorgeTRi

    20 de julio, 2011 a las 10:52 am

    Buenas a todos, muy interesante esto que nos cuentas David. Yo ahora mismo me estoy leyendo el Best-Seller de “Nacidos para correr” y la verdad que entre lo que leo por aquí y lo que voy leyendo en el libro me ha entrado la espinita esa dentro de mi cuerpo que hasta que no lo pruebas no puedes pensar en otra cosa.

    El caso es que ahora mismo estoy en la playa, es zona de piedras, solo con salir y entrar al agua ya lo paso mal xD. Asi que la verdad no me veo corriendo ni 400m por el asfalto a 40º…

    Pero bueno, habrá que probar :D.

    Saludos y a seguir asi.

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:54 pm

      Hola Jorge,

      La mala noticia es que hasta que no lo pruebes no te lo podrás sacar de la cabeza. La buena es que cuando lo pruebes no te lo podrás sacar de la cabeza =)

      Si eres un poco picajoso como yo y quieres encontrarle explicación y justificación a todo el capítulo 25 de “Nacidos para correr” para mí fue una pequeña revolución sobre todo lo que creía saber de la técnica de carrera y los por qués de muchas cosas. Es mi parte preferida del libro.

      No pienses en el asfalto a 40º, imaginatelo un poco más frío y a la sombra o bien un camino de montaña o la propia arena de la playa. Si has empezado a pensarlo acabarás cayendo. Es inevitable, te lo aseguro.

      Un saludo!

  6. Albert

    20 de julio, 2011 a las 11:05 am

    Amigo David! tus relatos se están convirtiendo en aquella serie de dibujos animados que cuando era pequeño no quería que acabaran y cuando llegaban a su fin, esperaba con impaciencia el próximo capítulo. No nos dejes así, queremos más, mucho más! 🙂

    Este fin de semana me aventuro en este tema…pero descalzo. Seguiré tus consejos al dedillo y te contaré que tal.

    Gracias de nuevo por tu inestimable aportación a este humilde blog.

    • David Lampón

      20 de julio, 2011 a las 9:59 pm

      Albert hay que huir del “too much, too soon” en todo. Como normal vital también me parece buena y el ir distribuyendo con cuentagotas los artículos es una manera de ir reavivando el interés en el barefoot y acabar incentivándoles a probarlo y ayudarles en la medida de lo posible si surgen dudas.

      Si convences a alguien para que vaya contigo no dudes en pedirle que te fotografíe o te filme. Creo que una de las mejores maneras de aprender es verse a uno mismo y darse cuenta de que su propriocepción (consciencia de la posición relativa del propio cuerpo en el espacio) quizás no es tan buena como uno podría esperar.

      El blog está genial Albert, lo humilde es mi aportación =)

  7. furamuros

    20 de julio, 2011 a las 10:46 pm

    Buenas:

    Os voy,mas bien te voy a contar, mi experiencia para quede reflajada para los demas y les puede servir de ejemplo.
    Ya he corrido mis primeros 30′ por la playa,arena dura,al principio buscando la tecnica por que cambia todo,luego relajarme y cada vez me encontraba mejor,cuando llevaba 20′,me dije para que es mucho pero las sensaciones eran tan buenas que hice 30′.
    Conclusiones,unas sensaciones de muerte queriendo que llegue la semana que viene para repetir pero esta vez por otro terreno,(hierba,tierra).
    Los pies se calentaron de mas pero me imagino que es normal por el roce con la arena,efecto lija,pero al dia siguiente ya se paso esa sensación.
    Lo que no se si es normal,que me saliera una ampolla en el dedo indice,pero bueno se vacio y listo para otra,jeje.
    Y en el pie izquierdo la zona de mas roce fue la zona esterior del pie,no se si por que en ese pie sufro una fascitis plantar o que al correr descalzo cambio el tipo de pisada,y esto que sepais que para el dolor de la fastidiada fascitis me esta viniendo de miedo este tipo de entrenamiento.
    Ahora estoy en la fase de la fabricación de unas huaraches,para probar ya os contare como me va.
    Bueno ya no me enrrollo mas y espero que esto os valga de guia algunos y que David me corrija en las creencias que tengo con respecto a lo de la pisada.

    • David Lampón

      21 de julio, 2011 a las 12:17 am

      Hola Furamuros,

      Pero qué locos que estamos, no? Te lo han dicho ya? Te miran raro cuando te ven? Ya no hay vuelta atrás…

      La arena no es el mejor terreno por lo que comenta un compañero más arriba y es que no devuelve toda la fuerza equivalente a tu peso cuando pisas. Esa sería la única pega de empezar en un terreno más blando de lo habitual ya que perdona los errores y no te ayuda a corregir tanto.

      La ampolla no me preocuparía en exceso. Debes ser como yo que tienes el dedo índice del pie casi tal largo o más que el pulgar. Las ampollas en los dedos suelen ser por empujar más de la cuenta contra el terreno. Prueba a levantar más las piernas en lugar de empujarte. De todos modos es un terreno muy propicio para la fricción, has hecho un entreno relativamente largo y con alguna pequeña carencia técnica que puedas tener las ampollas, como te digo, no me parecen algo que deba preocuparte. Si la semana pruebas tierra no volverás a la arena, 100% garantizado.

      Lo del pie te puedo decir que yo tengo algo similar pero en el derecho. La fascitis irá quedando apartada a cambio de unos ciertos dolores que aunque no sean agradables (como ningún dolor lo es) son el síntoma de que te estás rehabilitando. En mi casi tengo una pronación bastante pronunciada lo que me hace caer con la parte más exterior del pie haciéndome bastante polvo lo que sería el 5o metatarso (el equivalente a un nudillo del pie meñique). Esto es deseable ya que el dolor va a ser tu mejor profesor, irás probando hasta que al final se corrija. Lo mío es por una falta de rotación de la cadera que, cuando iba calzado, quedaba muy enmascarado pero ahora me doy cuenta de que un pie iba mucho más recto que el otro con respecto el sentido de la marcha. Eso sí, las correcciones mucho mejor sobre superficie dura.

      Cuando acabes con los huaraches, es totalmente obligado que te hagas unas fotos y nos las dejes ver =)

      Conocéis el vídeo de “los que corren están locos”?

      http://www.youtube.com/watch?v=B8vDzHm4t44

      Pues como nos vean descalzos encima vamos a salir en las noticias =)

  8. JorgeTRi

    20 de julio, 2011 a las 11:23 pm

    Esta mañana estaba diciendo que lo tenía en la cabeza y hace un rato he estado ya probandolo xDD.
    He hecho unos metros corriendo por cesped, he trotado por una plaza de hormigón y luego he venido andando por la playa hasta mi casa.
    Lo que mas me ha gustado ha sido correr por el hormigón, es cuando he notado que mi cuerpo se corregía.

    Tengo los pies machacados pero con buenas sensaciones xD.

    Sigo leyendo el libro y ya os iré comentando mis próximas aventuras xD.

    Saludos.

    • David Lampón

      21 de julio, 2011 a las 12:21 am

      Jorge, es totalmente normal que los pies te duelan ya que no están acostumbrados. Si hubieras guardado tus manos en unos guantes y encima de estos unas manoplas de goma durante toda tu vida y un día decidieras escribir a mano descubierta seguro que te cansarías muy, muy rápido.

      Las superficies duras aunque sea contraintuitivo son lo mejor para empezar a correr descalzo porque te obligan a no dejarte caer ni correr al tran-tran. Hay que estar concentrado en pisar y amortiguar para no sufrir dolor.

      Buen comiezo Jorge. Me alegra darte la bienvenida a la tribu. Cada vez somos más!

  9. Albert Bonet

    24 de julio, 2011 a las 5:22 pm

    Hola David,

    yo hace también unas semanas que estoy con esto del barefoot. Desde el principio he podido correr un tiempo que antes nunca había podido. Mi único problema es que se me sobrecargan mucho los gemelos. Nunca he sido corredor, yo vengo del ciclismo. Habéis notado los que empezáis con esto del barefoot algo parecido? Por lo demás tengo unas sensaciones buenísimas el primer día que salí corrí más de 40 minutos! no me lo creía. Llevo unas 5 salidas de running después de muchas semanas andando descalzo (vivo en un entorno rural). Ya sé que quizá empecé demasiado fuerte, ahora estoy empezando de nuevo, poco a poco menos tiempo y subiendo…pero no sé si estoy haciendo algo mal o es algo normal…

    Muchas Gracias!

    • David Lampón

      24 de julio, 2011 a las 10:14 pm

      Hola Albert,

      Mal no estás haciendo nada pero quizás te has dejado llevar demasiado por la ilusión (que de manera directa para nada es malo). Uno de los beneficios para muchos de nosotros es, como comentas, el hecho de poder correr distancias mucho más largas que cuando íbamos calzados. Ya no es sólo un tema técnico o de ritmo sino que directamente es mucho más divertido y entretenido ya que requiere una mayor concentración.

      Lo que comentas de los gemelos es buena señal. No el dolor o las molestias en sí mismas sino que sea esa zona y ese músculo el que te duela. Por cómo solemos correr calzados es una zona que pierde su importancia en la cadena del movimiento quedada relegada su función en favor de la amortiguación de la zapatilla.

      Lo que sí te puedo recomendar es que escuches y seas muy sensible a lo que te comunican los gemelos y que intentes discernir entre dolor y molestia. Dolor es cuando no lo estás haciendo bien y molestia es cuando tu musculatura se ha fatigado. Pongo estos dos nombres para entendernos aunque quizás no sean los términos más precisos. Si te molesta: para, descansa y, cuando te el cuerpo te pida más, vuelve al ataque. Si te duele: para, descansa, recupérate, y, cuando el cuerpo te pida más, corrige tu técnica y vuelve al ataque.

      Por lo que explicas Albert yo no me preocuparía demasiado. Sólo mantén tres cosas claras: no tienes prisa, cuando te duela o te canses para y, sobre todo, diviértete.

      Vuelve pronto a contarnos cómo progresas. Un saludo!

  10. Javi

    25 de julio, 2011 a las 3:21 pm

    Muy buen hilo, yo estoy con el gusanillo del BFR también pero peso 90 kg y creo que eso puede ser un impedimento importante, como lo veis??
    un saludo y felicidades por el post

    • David Lampón

      25 de julio, 2011 a las 5:59 pm

      Hola Javi,

      Me consta que de antemano estarás pensando que tus pies y piernas no están preparadas para ello pero la argumentación es precisamente al revés: puesto que pesas 90 kilos es más lógico que confíes en la amortiguación natural de tu cuerpo por encima de la que te proporcionan artificialmente tus zapatillas.

      Llevémoslo al absurdo: no tiene mucho sentido que dos personas con el mismo tamaño de pie pero con pesos muy diferentes puedan entregarse a la seguridad de un mismo modelo de zapatillas: o funcionan bien para uno o para el otro pero difícilmente servirán para los dos. En la tienda te preguntan por el número pero en qué momento te preguntan en la tienda cuanto pesas? No puede funcionarle igual a una persona de 55 que a una de 110 kilos por muy igual de grandes que tengan los pies.

      Todos empezamos con el mismo miedo de cómo responderán mis tobillos, rodillas, cadera, espalda, etc. Es por eso que antes de lanzarse a devorar kilómetros hay que hacer un esfuerzo por fortalecer la musculatura que hemos descuidado durante este tiempo que se hará en directa proporción al peso que deban soportar, a mayor peso mayor carga y mayor fortalecimiento y por ello mi seguridad de que lo podrás conseguir.

      Puedes probar a caminar descalzo por casa, hacer algún ejercicio de fortalecimiento, cambiar tu calzado deportivo por uno minimalista e ir muy poco a poco comprobando si ese fortalecimiento se va produciendo y un día, cuando te encuentres suficientemente seguro, salir a probar ese medio o un kilómetro trotando descalzo. Te puedo asegurar que tu cuerpo encontrará la mejor manera de pisar en cuanto tus pies empiecen a quejarse debido a los posibles vicios y mal reparto de peso. No puedo garantizarte que sea una transición rápida pero si tienes ilusión y paciencia no hay nada que te impida disfrutar del barefoot running.

      Te animo encarecidamente a que si te genera curiosidad e ilusión te planifiques con tiempo y sin prisa y lo pruebes y en función del resultado y tus sensaciones decidas. Si aparece algún tipo de dolor no lo aguantes, para y si es recurrente lo comentamos e intentamos deducir a qué puede deberse.

      Un saludo Javi y mucho ánimo. Po-de-mos!

  11. LUIS LEON

    26 de julio, 2011 a las 4:00 pm

    QUE TAL DAVID!YA ESTOY DESEANDO QUE ESCRIBAS EL RESTO DE TU EXPERIENCIA.DESDE QUE TE ESCRIBI ESTOY DESCALZO EN CASA E INCLUSO DE VACACIONES POR LA PLAYA VOY DESCALZO COMO UN HIPPIE,CON TODO MIS RESPETOS POR ELLOS,JEJE.LO QUE HE NOTADO ES COMO EL PIE SE RESISTE A ESTAR EN CONTACTO CON EL SUELO,QUE ES TARIMA FLOTANTE,ME NOTO COMO DE FORMA INVOLUNTARIA DESPEGO PARTES DEL PIE,PONIENDOME DE PUNTILLAS,DE TALONES,COMO SI ESTUVIERA NERVIOSO….PERO A BASE DE PERSEVERAR YA VAN DESAPARECIENDO ESAS SENSACIONES.HE NOTADO CUANDO HE SALIDO A RODAR QUE PISABA COMO MAS LIGERO,CON EL ANTEPIE,ENTRANDO MENOS DE TALON.UNA SENSACION FANTASTICA.PERO CREO QUE ANTES DE CORRER DESCALZO ME VOY A DECANTAR POR ZAPATILLAS LO MAS MINIMAS POSIBLES.AHORA TENGO UNAS DE ENTRENAMIENTO PERO EN EL FUTURO ME DECANTARE POR UNAS MAS MIXTAS.TERMINO COMO ME DIJISTE TROTANDO DESCALZO Y SIENTO UNA GRAN RECARGA DE ENERGIA.BUENO UN SALUDO A TODOS.

    • David Lampón

      26 de julio, 2011 a las 8:41 pm

      Hola Luis,

      Las primeras sensaciones son muy particulares de cada uno. Yo no he sentido esa aversión de los pies a tocar el suelo pero puedo llegar a entender que hayas sentido eso: no deja de ser el miedo a lo desconocido. Todos hemos pensado “con lo sucio y lleno de pinchos y cristales que está el suelo” pero poco a poco te das cuenta de que no es así y te vas quitando paulatinamente el velo que no te dejaba ver la realidad.

      Me quedo con la parte buena que comentas de ligereza en la pisada y la recarga de energía que fluye desde los pies. Es una sensación genial sin duda =)

      Enhorabuena, sigue así. Un saludo!

  12. jhonatan

    3 de noviembre, 2013 a las 7:42 pm

    hola, años anteriores habia corrido 10,12,21k, pero siempre he notado que los zapatos que amortiguan mucho me restan como impulso, nose si es porque practique artes marciales por 18 años(descalso) y noto esa diferencia, habia abandonado el training de correr pero ahora lo quiero retomar con un calzado minimalista, con sus comentarios me decidí, creo que es la mejor opción, gracias

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