Mucho hemos hablado del CORE. El trabajo de esta zona (abdominal-lumbar) es clave para nuestra salud y condición física. Un buen CORE nos permite andar y desplazarnos correctamente, evitar problemas de espalda, rendir mejor físicamente… De nada nos sirve tener unas buenas piernas o un torso bien definido si luego no prestamos atención a nuestro CORE.
Lejos quedan ya esos años donde los entrenadores hacían especial énfasis en el trabajo abdominal tradicional (crunchs) y apenas prestaban atención a la lumbar. Y eso era fuente de grandes descompensaciones y problemas de espalda. Era como tener muy bien trabajado el pectoral, pero no la dorsal. O trabajar el bíceps y olvidarse del tríceps.
Así que el trabajo de CORE al prestar igual relevancia tanto a la abdominal como a la lumbar, se ha convertido en un trabajo de referencia y obligado cumplimiento.
Y el ejercicio rey de para trabajar nuestro CORE es, como no, la plancha. Gracias a ella, trabajamos de forma funcional nuestra lumbar y abdominal al mismo tiempo, a diferencia de los abdominales tradicionales en los que simplemente trabajamos el abdomen olvidando por completo el tan necesario trabajo lumbar. Pero hay más.