Ya tenemos aquí los JJOO de Rio de 2016. En condiciones normales estas olimpíadas deberían haber sido en Madrid. Pero ya sabemos que hay muchos intereses en juego y se decidió por Rio de Janeiro.
Se opta por una candidatura en un país pobre y lo más normal es que surjan problemas. De hecho, la delegación Australiana ya ha formulado una queja oficial ya que las instalaciones de la villa olímpica no estaban en condiciones: escapes de agua, tuberías rotas, suciedad…
No es ningún secreto que durante estos últimos años Brasil ha sufrido numerosos contratiempos a la hora de construir las diferentes sedes deportivas. Y el “miedo” de la organización es más que evidente. Unos malos Juegos podrían pasar factura no sólo al país sudamericano sino también a todo el COI. Difícil su papeleta para justificar la elección de Río y no la de Madrid, por ejemplo.
Eso, sin contar con el tema de la seguridad en todo el país. Muchos atletas ya llevan tiempo ultimando su puesta a punto en el mismo Brasil y han sido víctimas de robos o extorsiones de todo tipo.
Así que estos Juegos de Río 2016, no parecen levantar buenas sensaciones a muchos de los que nos gusta y disfrutamos del deporte.