Se ha hablado mucho sobre cómo ganar masa muscular. Y es que no hay una sola forma de lograrlo. Levantar pesos pesados, periodizar bien los entrenamientos, alimentarse correctamente, descansar mejor… todo esto influye a la hora de ganar músculo. Obviamente no es lo mismo si eres mujer, hombre o adolescente como tampoco es lo mismo si tu morfotipo es endomorfo o mesomorfo, por ejemplo.
Pero lo que muchos ignoran es que las hormonas juegan un papel fundamental si queremos ganar más músculo. Un buen equilibrio de estas, nos darán luz verde para ganar esos kilos de músculo que anhelamos.
Veamos las más importantes:
Cortisol
Es la hormona del estrés. Cuando hacemos “pueting” se nos dispara, y también se eleva, por ejemplo, en el momento que nos despertamos después de estar 8 horas durmiendo plácidamente. El estrés (sea cual sea su manifestación y origen), hace que se libere el cortisol y estemos predispuestos a un gran esfuerzo físico de forma automática. Imaginémonos que escapamos de un ladrón o de alguien que nos quiere apuñalar.