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Qué me impulsa a correr descalzo

Qué me impulsa a correr descalzo

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Mi historia no es muy diferente a la de tantos otros que pasáis por aquí. De hecho seguro que cuando leáis los próximos párrafos os sentiréis en algún punto que otro bastante identificados. Mi perfil como deportista responde perfectamente a esa palabra que hemos adoptada del francés como si fuera nuestra: amateur. Principiante, aficionado, muy por detrás de los registros de las bestias pardas que frecuentan este blog y muy cercano a ese atleta popular que aparece en las carreras de cinco y diez kilómetros los domingos por la mañana.

Mi historial deportivo siempre ha ido muy ligado al baloncesto a pesar de haberme quedado clavado desde hace bastantes años en el 1,73m. He tenido algún escarceo con el fútbol más o menos serio y he jugado casi cualquier cosa que implique tener una raqueta en la mano. Para mí el deporte no se entendía sin una pelota o un equipo al que pertenecer y otro contra el que competir. Pero, como comentaba, una genética no excesivamente idónea para la práctica del baloncesto me hizo desistir hace ya años de intentar ir más allá y, como casi todos, acabé apuntándome a un gimnasio ya que parecía la única forma de mantenerse en forma pasada la adolescencia. En mi primera etapa encontré un gran profesional que me asesoró y me enseñó como nadie ha sabido hacerlo desde entonces y por ello he acabado muy desangelado de esa pretendida salud enlatada que venden las grandes cadenas de gimnasios.

Sin baloncesto, sin gimnasio, sin deporte.

Punto de inflexión

Un día hará un par de años entré en el trastero y vi aquella preciosa bicicleta a la que le había dado tan poca vida y me compadecí de ella: le hinche las ruedas, le lavé la cara y la saqué a dar un paseo. En las siguientes dos semanas hice cuatro visitas a mi pista forestal preferida y en pleno arrebato ciclista me compré una bicicleta de carretera de segunda mano para acompañar los fines de semana a mi suegro.

Justo en esas semanas me llegó un correo de uno de mis amigos proponiendo el participar en la primera carrera popular nocturna de l’Hospitalet. Claro, ¿por qué no? Como buenos amateurs nos apuntamos a la de cinco kilómetros. Nunca había tenido mucho interés por correr más que de canasta a canasta o esos diez minutos de calentamiento en la cinta pero habiendo estado bien cardiovascularmente en la bici me hacía cruces de cómo podía estar tan dolorido por correr únicamente media hora. Desde mi punto de vista sólo había dos explicaciones: mala técnica o poco fondo.

Ese mismo día por la noche un amigo me prestó un libro que le habían regalado sobre un broker tatuado que se dedicaba a hacer inhumanas pruebas de ultra fondo. Tómalo David. Te lo lees y ya me lo devolverás, me dijo como quien planta una semilla. Ese fue el momento en el que leí ciertas cosas que cambiarían los parámetros bajo los que entendía el deporte: triatlón, maratón, ironman y dos nombres Josef Ajram y Pau Oller. Encontrar al primero no fue mucho problema ya que justo empezaba a tener un nombre más allá de los escenarios deportivos, al segundo costó Dios y ayuda darle caza.

Fue una noche viendo los vídeos de Josef en su web y las peripecias de Luis Enrique en su blog que acabé no sé cómo llegando a una web que seguro que conocéis: Slooping. En ella Albert explicaba cómo se enfrentaba a los retos más variopintos desde una perspectiva mucho menos mediática que Josef. El antes y la preparación; el durante y el sufrimiento; el después y la satisfacción. Y a pesar de las palizas que se metía repetía una y otra vez y cada vez atacando cosas más duras con un pronunciado espíritu de superación.

Y de repente esa pregunta…

¿Por qué no yo?

Ya tenía controlada la bicicleta así que por qué no intentar un triatlón? Vale, vamos a ello pero después de la frustrante experiencia en la carrera popular tenía claro que necesitaba ayuda para mejorar mi técnica, confiaba en que el fondo físico vendría sólo.

Encontré la ayuda de un instructor cerca de la misma Carretera de les Aigües que accedió a entrenarnos a mí y a mi novia quienes temíamos que eso de correr no era para nosotros, que hacía falta algo genético, innato o intrínseco a cada persona y que nosotros no teníamos. Estuvimos 3 meses corriendo con el monitor unas 3 veces por semana. Pasamos de ahogarnos a los 2 kilómetros a bajar de los 6min/km durante una hora. No sé si fue un éxito a nivel físico o técnico pero sí que nos permitió darnos cuenta de que correr sí iba con nosotros y ahora teníamos las herramientas y la confianza necesarias para mejorar por nosotros mismos.

Pero había algo que quedaba pendiente, algo que aquel primer monitor del gimnasio supo inculcarme y que faltaba por engranar dentro de esa nueva ecuación deportiva que estaba tomando parte en mi vida: la dieta. Y, obviamente, aquí es donde aparece Pau quien me explicó de manera suficientemente comprensible para un neófito el porqué de la dieta paleolítica y su razonamiento tanto evolutivo como fisiológico. Recuerdo que aquella tarde sentí como todo lo que me había contado encajaba porque tenía sentido y a pesar de que por mi formación las explicaciones y los detalles se me escapaban era algo que podía entender y defender. Un gran clic sonó en mi interior.

Una vez las piezas encajaron todo empezó a trabajar en la misma dirección y retroalimentándose positivamente. Dejando de lado alguna desesperante lesión salía a correr y en bicicleta y comía como un cazador (cuya madre tenía la paciencia y el cariño suficiente para no mandarle a paseo). Bajé 8 kilos y mejoré mucho mi condición física. Cambié mentalmente y me hice más competitivo pero no contra otros como para mí había sido toda la vida sino contra mí, hacia mí y conmigo. Competir contra uno mismo y salir victorioso o, en el peor de los casos, quedar ligeramente por encima del empate.

¿Y ahora qué?

Inmerso en un entrenamiento intensivo personal desde el mes de enero de este año noté ciertas molestias a pesar de mi mejora de rendimiento mientras salía a correr. Busqué desesperado en Google mi dolencia y todo apuntaba a que era o bien una sobrecarga en el soleo o bien un problema un poco más grave en el talón de Aquiles. Solución: reposo.

A sabiendas que mi técnica era mejor pero no necesariamente buena me puse a indagar aún más en lo que internet responde cuando le preguntas “técnica de carrera”. Y aquí es posiblemente cuando la liamos del todo.

En esa interminable ristra de enlaces encontré algo llamado el método POSE. Repaso vivamente los comentarios y los vídeos del Dr. Romanov y me falta tiempo para salir a probarlo. Y mejora, claro que mejora y por ello sigo investigando y poniendo en práctica lo que encuentro. Sin embargo a los pocos días y conforme aumento la intensidad y la carga de entrenamientos de nuevo ese pinchazo y agarrotamiento en la zona baja de la pantorrilla. No puedo darle más caña sin romperme así que sigo buscando la solución a mis problemas dentro de los parámetros de la técnica.

No tardo mucho en encontrar repetidamente los nombres de Chris McDougall, el Dr. Liebermann y Barefoot Ken Bob, quienes desde el momento en que los conocí no han parado de desestabilizar los cimientos de lo que yo consideraba ciencia deportiva. Y es que a partir de ese preciso instante todo cambió, al igual que aquella tarde con Pau todo parecía volver a encajar de una manera sencilla y evidente. Otro gran clic sonó en mi interior.

Ahora mismo son nombres que para mí tienen un significado mucho más allá del deporte puesto que han puesto en tela de juicio elementos, factores y decisiones que tenemos muy asumidos como ciertas y que quizás (sólo quizás) no lo son tanto como pensamos. Estas tres personas son a mi modo de ver las tres cabezas más vivibles del movimiento barefoot (pie descalzo) en Estados Unidos. Afirman que correr descalzo es la mejor manera de dejar de sufrir lesiones, de reeducar posturalmente el cuerpo y, sobretodo, de poder disfrutar de eso a veces tan doloroso que es salir a correr.

En los próximos artículos intentaré haceros llegar mis experiencias personales como barefoot runner amateur (corredor descalzo principiante) y todo el conocimiento que pueda recoger y que ayude justificar desde un punto de vista fisiológico y evolutivo el por qué correr descalzo puede ser la solución a muchas de las dolencias que los corredores padecemos más de lo que nos gustaría. Debo avisar que el factor competitivo quedó atrás, muy atrás (al menos de momento). Se trata de aprender de nuevo algo que nuestros cuerpos parecen haber olvidado, algo que se venía haciendo y perfeccionando desde hace 2 millones de años y que en los últimos 50 pocos siguieron practicando.

Ya que ahora me conocéis un poco y sabéis de lo que os voy a hablar os emplazo a todos los que estéis interesados a leer mi próximo artículo titulado: 21 días con calzado minimalista.

Artículo escrito por David Lampón

Sobre el autor

David Lampón

44 Comentarios

  1. Pau Oller

    6 de julio, 2011 a las 6:11 pm

    Me muero de ganas de leer el post sobre tu experiencia durante 21 con unas zapatillas minimal!!! Gracias por la aportación!!!

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 10:43 pm

      Gracias a ti Pau. Dentro de nada estamos trotando por los Pirineos como Dios nos trajo al mundo… De rodillas para abajo claro =)

  2. Ramon Anglada

    6 de julio, 2011 a las 6:23 pm

    Fa dos dies que tinc els Five Fingers i encantat de la vida, el 1er dia per camins rural 65′,…però volia experimentar més, el 2on dia (soc d’Osona) vaig decidir anar al Santuari de Bellmunt, això ja és muntanya, fortes pujades, fortes baixades, pedres grosses, pedres petites, arrels,…vaja diversió assegurada i efectivament, perfecte, és més normalment la pujada amb calçat tradicional tardava una hora, minut amunt, minut avall,…amb els five fingers 5′ menys, casualitat? Continuarem experimentant.
    PS. Ja tinc “In mente” participar en un Ultra

    • Albert

      6 de julio, 2011 a las 7:45 pm

      Buena experiencia la tuya Ramon, aunque esos 5′ de diferencia creo que son efecto de la dopamina. Sigue asi! Gracias por compartirlo.

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 10:48 pm

      Genial Ramon!

      Normalmente la gente requiere de un periodo de adaptación relativamente prolongado (3 meses) para cambiar los kilómetros en calzado tradicional con kilómetros en calzado minimalista o descalzo pero que tengas buenas sensaciones y que no haya surgido ninguna dolencia en pies o piernas es muy buena señal.

      De todos modos hay una frase inglesa que se usa mucho para este periodo de transición y es que hay que evitar el “too much, too soon”. Si en algún momento notas dolor deja que el cuerpo descanse y que los músculos despierten a este nuevo comportamiento biomecánico.

      En cualquier caso, muchas gracias por tu aportación y, por supuesto, estás invitado a comentar tus experiencias en esta sección. Un saludo.

  3. Albert

    6 de julio, 2011 a las 7:47 pm

    Ganas de seguir avanzando en tu lectura!

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 10:51 pm

      Gracias Albert. Espero que los artículos a pesar de su tono amateur resulten amenos a la par que interesantes. Un fuerte abrazo.

  4. Patricia

    6 de julio, 2011 a las 9:01 pm

    Hola David, me ha enganchado tu relato….ya tengo ganas de leer el siguiente capítulo.

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 10:55 pm

      Hola Patricia,

      Agradezco tu feedback. Espero poder transmitiros mi experiencia con el barefoot running, tanto los aciertos como los errores y facilitar en lo posible la transición del calzado tradicional al minimalista o incluso descalzo a todo aquel que se atreva a intentarlo. Te espero el próximo artículo =)

      Un saludo.

  5. Roberto Herrera

    6 de julio, 2011 a las 9:56 pm

    Ansiosos estamos. Curiosamente ayer compre el libro NACIDOS PARA CORRER. Me llama mucho la atención esta idea pero sigo sin encontrar por donde vivo un terreno propicio para ello pero claro, tal vez este equivocandome. Espero con tu articulo “21 dias …” que algunas dudas queden resueltas. Saludos a todos.

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 11:05 pm

      Hola Roberto,

      Hace unos meses leí “Nacidos para correr” y realmente fue toda una revelación. Sobretodo un capítulo en especial en el que se habla de la investigación del Dr. Lieberman de Harvard. He repasado la versión electrónica que compré en Amazon y en ella el capítulo al que me refiero es el 25. Cuando algo intuyes que tiene sentido y lo ves respaldado por la ciencia todo resulta sencillo y evidente.

      Si todo va bien estaremos en la Media Maratón de Fuerteventura, tu articulo y las dudas sobre el calzado más adecuado fueron la mejor motivación para elegirla como primera prueba seria para la experiencia barefoot.

      Nos vemos en el próximo artículo con el que espero empezar a arrojar algo de luz sobre el tema. Un saludo.

      • Roberto Herrera Mesa

        7 de julio, 2011 a las 7:35 pm

        Me alegro David que tu prueba definitiva sea en una carrera que yo he comentado, jejeje. Luego me sentiré un poco parte de tu exito.

        Ufffff, que bueno, 20 comentarios en poco más de un dia. Has creado un monstruo!!

        • David Lampón

          8 de julio, 2011 a las 1:39 pm

          Esperemos que sea más guapo que el padre 😉

  6. andreu

    6 de julio, 2011 a las 10:49 pm

    NAcidos para Correr. Lo estoy acabando. Pedazo libro!
    Por cierto el libro de Kilian Jornet ya está en español

    • David Lampón

      6 de julio, 2011 a las 11:08 pm

      Hola Andreu,

      “Nacidos para correr” está considerado como la punta de lanza a nivel de literatura del fenómeno barefoot pero hay algunos otros, unos más técnicos y otros más personales pero todos ellos valen mucho la pena. Espero en breve poder presentaros los mejores de ellos y un pequeño resumen de cada uno en un artículo específico.

      Un saludo.

  7. Jordi G

    7 de julio, 2011 a las 12:11 am

    Hola David, muy interesante tu historia. A mi también me ha enganchado tu relato. Espero leer muy pronto tus nuevos artículos. Saludos y ya me fijaré en las Aguas de cruzarme con el barefoot runner!

    • David Lampón

      7 de julio, 2011 a las 11:35 am

      Hola Jordi,

      A ver si coincidimos por allí y te animas a probarlo =)

      Gracias por participar. Nos vemos en el próximo artículo. Un saludo.

  8. Juantor

    7 de julio, 2011 a las 3:53 am

    Esto del Barefoot es muy curioso cuanto menos, pero reflexionando un poco sobre el tema, a corto plazo puede irnos bien, pero la esperanza de vida es cada vez mas elevada, llegamos a edades, que hace 50-100 años eran impensables… La idea de correr descalzo es genial, pero pienso que si quieres tener una vida deportiva “larga”, lo mejor es seguir apostando por las zapatillas de correr, no obstante, espero que este boom les haga combinar y orientarse por el barefoot, como por ejemplo haciendo las suelas mas regulares para no talonear tanto.
    Bueno, cada vez que busco informacion de esto y saco una conclusión, al dia siguiente leo algo nuevo, pienso, y cambio radicalmente de opinión… xD

    • David Lampón

      7 de julio, 2011 a las 11:45 am

      Hola Juantor,

      Estoy completamente de acuerdo contigo. Las compañías de calzado deben replantearse la situación en base a este nuevo movimiento. Me consta que algunas ya están preparando modelos minimalistas para entrar en este nuevo mercado.

      Sería muy prepotente y pretencioso por mi parte aseverar a día de hoy categóricamente que el barefoot mejora la técnica de carrera o la experiencia deportiva. En mi caso y como lo voy a presentar en myBestChallenge va a ser desde el planteamiento de una prueba empírica.

      De momento estoy convencido por la evidencia y los casos de personas que he ido conociendo. Si a mí me llega a funcionar me gustaría dejar testimonio de los pasos que he ido dando y los errores que he ido cometiendo para acabar abrazando o desechando la posibilidad de correr descalzo.

      Hay opiniones para todos los gustos y personalidades que soportan una y otra postura. A nivel personal es algo que me ilusiona y me genera curiosidad y que, además, me resulta muy fácil y barato de comprobar. Así que, por qué no?

      Espero leer tu opinión y progresos Juantor. Un saludo.

      • Juantor

        8 de julio, 2011 a las 11:11 am

        Nosotros si que esperamos leer tus progresos barefoot, deseamos que te vaya muy bien, y tener el magnifico reportage de tus 21 dias,y ya veras xomo tambien se anima alguno mas a probarlo.

        • David Lampón

          8 de julio, 2011 a las 1:40 pm

          Eso espero yo también Juantor. Muchas gracias.

  9. carles72

    7 de julio, 2011 a las 11:22 am

    buenos dias,mi corta experiencia con el barefoot hace 3 meses en el cual hice carrera descalzo durante 15 minutos y en el que todo momento me encontré comodo e incluso aumenté la cadencia de paso en los ultimos minutos,fue una experiencia maravillosa a la vez que efimera,ya que al dia siguiente me encontré con lumbago que me impedia tanto flexionar como enderezar la columna,asi estuve durante 3 dias en el que tuve que parar de realizar cualquier actividad fisica.
    Puede que realizara bien la tecnica al principio pero al aumentar la cadencia e incluso la zancada pudiera realzar mal el gesto tecnico,o puede que me excediera con el tiempo,es igual el caso es que no lo he vuelto a probar(ni volveré).
    Ahora hago la pisada sobre la sperficie media del pie(ni punta ni talon) y realmente no he tenido ningun problema en las lumbares ni del resto del cuerpo y cuando termino de correr no siento las piernas pesadas.
    Os paso un link muy didactico sobre la forma en la que a mi personalmente me va muy bien,vale la pena probarlo.

    http://triarosario.blogspot.com/2011/02/tecnica-para-correr-mas-rapido-con.html

    • David Lampón

      7 de julio, 2011 a las 12:00 pm

      Hola Carles,

      Uno de los consejos que se dan a los que deciden empezar con el barefoot running es intentar evitar el “too much, too soon” ya que es un proceso que requiere de cierto tiempo y cualquier experiencia ligeramente traumática hace que toda la ilusión y curiosidad se tornen en rechazo.

      Si decides volver a intentarlo lo que se suele recomendar en la primera semana son 3 entrenamientos en días alternos de 5 minutos subiendo hasta 10 el tercer día (o bien 1 kilómetro y 2 kilómetros el tercer día) pero siempre respetando los límites de descanso y recuperación que marque el cuerpo.

      Tu dolencia en particular creo que podría ser debida a una postura demasiado rígida y quizás por llevar la espalda un poco curvada a la altura del lugar donde se te presentó el dolor. El cuerpo tiende a doblarse para reducir el impacto al pisar y caer de manera más suave y el lugar por donde hacerlo es el tren inferior y no tanto la zona lumbar.

      El enlace que incluyes parece que tiene mucho que ver con el método POSE del Dr. Romanov. Hay varios videos en youtube muy del estilo del que aparecen en esa página por si quieres profundizar aun más en la fuente original.

      http://www.youtube.com/user/posetv

      Como comentaba en el artículo creo que es completamente objetivo decir que esta técnica mejora la experiencia y el rendimiento en carrera y todo el mundo que corra tanto calzado como descalzo debería echarle un ojo.

      Muchas gracias por tu aportación Carles. Nos vemos en el próximo artículo. Un saludo.

  10. furamuros

    7 de julio, 2011 a las 5:33 pm

    Buenas,me siento identificado,es mas diria que identificadisimo contigo David,lo que me falta en esa unión de experiencias es correr descalzo,pero se me esta pasando por la cabeza,pero mi problema si se le puede llamar problema es la de los pies,como Andreu un poco delicados,pero aun asi me pica la curiosidad.por eso te hago unas preguntas haber si me las puedes responder:

    Primero me recomiendas empezar con las zapas especiales para ello o sin nada.
    Segundo si me quiero comprar unas que talla deberia comprar,y que modelos me recomiendas,estoy pensando en las FIVEFINGERS,yo al contrario que tu soy alto 1.88, 85kg.

    Tercero estoy esperando con anelo ese rarticulo y gracias por compartir con nosotros esa experiencia.

    • David Lampón

      8 de julio, 2011 a las 12:12 am

      Hola Furamuros,

      Te diré que a bote pronto todos diríamos que nuestros pies no están preparados para correr descalzos. Llevamos toda una vida manteniéndolos alejados de la intemperie y las sensaciones asociadas al contacto con el terreno. La musculatura está atrofiada si la comparamos con un comportamiento barefoot y el “ablandamiento” que todos sentimos es en muchos casos debidos al recocimiento (como dice mi madre) que sufren los pies metidos primero en unos calcetines y luego en unas zapatillas durante la mayor parte del día. Por ello te diría que dejes de sentir que sales en desventaja por cómo son o están tus pies, es más quizás por esa sobre-sensibilidad disfrutarás aun más de esta experiencia.

      Sobre recomendaciones en calzado minimalista tengo que emplazarte al artículo de la semana próxima. No quiero resumir mis sensaciones ni transmitir lo que pienso sin una concienzuda reflexión. Lo que menos querría sería no hablar sin haber pensado bien lo que os quiero transmitir y para ello estoy prefilando el próximo post en el que entraremos mucho más en detalle sobre este tema.

      Sé que este tema es muy tentador y apetecible si ya de primeras te llama la atención. Te voy a hacer una recomendación para esta semana, antes de que pensemos en qué zapatillas comprar y que te costará 0 euros. Un día que salgas a entrenar o uno que no salgas y te apetezca desconectar un poco sal a la calle y cuando encuentres un tramo lo suficientemente tranquilo y poco transitado quítate las zapatillas y concentrate en lo que pasa en tus pies y de como las sensaciones y el feedback desde las plantas fluyen hasta el cerebro. Tus pies están diseñados genéticamente para interpretar y adaptarse al terreno de manera completamente automática e instintiva. Camina un rato y sufre las piedrecitas que vayas encontrando, nota el dibujo y el calor del suelo, la textura de la superficie que pisas. Si te sientes animado incluso ponte a trotar a ver cómo te notas. No más de 5 minutos y no más de 1 kilómetro; no caigas en el error de intentar hacer demasiado de golpe o lo pagarías. Hazlo una vez esta semana si encuentras el momento y la semana que viene comentamos el tema del calzado minimalista.

      Gracias por participar Furamuros. Hablamos la semana próxima. Bienvenido a la tribu.

      • Juantor

        8 de julio, 2011 a las 11:15 am

        y la opción de hacer eso mismo, pero en maquina de correr, como la ves David? los rodajes y recomiendas no pasar al principio de 1km / 5 min ?

        • David Lampón

          8 de julio, 2011 a las 1:51 pm

          Es habitual hacer ejercicios en máquina descalzo (si el monitor de la sala no te pone problemas). Te aseguras que tienes un piso completamente liso y en un entorno controlado. Si te decides por la máquina de correr te recomiendo también que te pongas entre un 1% y un 2% de pendiente para facilitar que lo primero en aterrizar en la cinta sea la parte central o delantera del pie. Olvídate de la velocidad y concentrate en las sensaciones y en ir corrigiendo la técnica. Los ejercicios en cinta bien podrían ser un buen substitutivo a los 21 días con calzado minimalista que hice yo siempre que lo hagas de manera regular, progresiva y prolongada en el tiempo y que te dosifiques y pares si notas molestias o sobrecargas.

          En absoluto sería una mala primera toma de contacto pero precisamente de lo que te protege es lo que te vas a perder. La rugosidad del terreno y su temperatura así como el tener que concentrate en el terreno que avanza bajo tus pies es parte integral del ejercicio de correr descalzo. Deja de ser solo ejercicio para pasar a ser toda una experiencia.

          Si, como yo, quieres sentirte seguro y adaptado físicamente antes de probarlo en su totalidad te animo a que pruebes la cinta, si es por algún temor por lo que puedan sufrir los pies, olvídate y lánzate sin pensarlo.

          Ya me contarás qué tal va la primera sesión =)

      • Roberto Herrera Mesa

        8 de julio, 2011 a las 12:43 pm

        Esa prueba … descalzo completamente o con calcetines??

        • David Lampón

          8 de julio, 2011 a las 1:58 pm

          Si te va a generar stress negativo, tensión o agarrotamiento por ir preocupado por los posibles obstáculos que puedan pisar tus pies ponte calcetines. Sin duda. La experiencia ha de ser positiva, esa es la máxima de las primeras sesiones por eso se recomienda empezar con poca distancia e irla aumentando progresivamente.

          De todos modos si eres un poco atrevido y las ganas te pueden yo te recomiendo mucho más que lo pruebes descalzo. A un ritmo muy lento, muy controlado, sin pensar en la velocidad pero sí en empezar a reconectar las terminaciones nerviosas de los pies y abrir el flujo de sensaciones hacia el cerebro. Si encuentras un lugar tranquilo y puedes permitirte olvidarte un poco de todo y concentrarte simplemente avanzar te aseguro que la sensación es brutal.

          Los calcetines yo los guardo para hacer comprobaciones de técnica. Se dice que con buena técnica puedes hacer un maratón corriendo sólo en calcetines y acabar sin rozaduras graves en ningún lugar. Del mismo modo si cometemos errores técnicos los calcetines y los tomates que nos hagamos serán los que nos indiquen las correcciones a introducir.

  11. Albert

    8 de julio, 2011 a las 9:31 am

    Apreciado David,

    todavía no he leído tus próximos artículos pero ya te digo que “compro todos tus argumentos”. Solo con leer tus respuestas/ayuda a los que somos profanos en este tema, ya te digo que estoy convencido que me dejaré llevar por este movimiento e intentar formar parte de -como bien dices tu- la “tribu”. Gracias.

    • David Lampón

      8 de julio, 2011 a las 2:01 pm

      Apreciado Albert,

      Siendo tuya gran parte de la culpa de que yo acabará cambiando el chip deportivo y vital que rige mi vida, nada me gustaría más que formáramos parte de la misma “tribu”.

      Gracias por tus palabras de apoyo y la posibilidad de hacer llegar mi mensaje a tanta gente.

  12. Oriol Gironès

    8 de julio, 2011 a las 10:44 am

    Genial David!

    Muchas gracias por resumir sensaciones y la filosofía que nos está llevando a muchos a animarnos a correr.

    La parte técnica en profundidad me llevará más tiempo 🙂

    Saludos!

  13. David Lampón

    8 de julio, 2011 a las 2:08 pm

    Hola Uri,

    Los humanos nos equivocamos si pensamos en especializarnos en potencia cuando a la vista está que en lo que somos buenos es la resistencia y la persistencia. Por eso correr no es más que una de las metas (pequeñas metas) que podemos marcarnos día a día para sentirnos satisfechos a nivel físico.

    Christopher McDougall dice en su libro que no es casualidad que la gente de gran corazón sea la misma que es capaz de las superar los mayores retos. Personas altruistas y generosas, capaces de dibujar una sonrisa en su cara y enfrentarse cara a cara con los desafíos y salir victorioso. Y supongo que es por eso que disfruto mucho corriendo contigo y con Alberto =)

    Gracias por comentar Uri-Man =)

  14. Marta

    9 de julio, 2011 a las 7:21 am

    Caramba! Me despierto bien prontito por la mañana después de irme a dormir tras leer un capítulo de “Nacidos para correr” y me encuentro abierta esta página en el ordenador. Medio dormida y no queriéndome liar, pues me levantaba pronto para acabar asuntos pendientes de “trabajo”, me habeis enganchado con todos vuestros comentarios! Que bueno! Gracias por compartir todas estas experiencias.
    Vivo en la montaña, trabajo también aquí, y sigo añorando poder andar descalza para sentir los diferentes tipos de suelo, tierra, piedras, hierba, etc. No voy a correr porque no paro de hacer cosas físicas durante todo el día, pero echo de menos poder moverme descalza en mi rutina diaria. Quizás, al final, me animaré a volver a ir descalza (cuando era pequeña nunca quería ponerme zapatos en verano y me rompí los dedos meñiques corriendo por entre las rocas de la playa!) aunque no sé cómo no dañarme los pies cuando hago según que trabajos! Quizás todo es acostumbrarse??
    O quizás podría volver a correr descalza para llenar ese vacío que sienten mis pies?
    Saludos a todos

    • David Lampón

      9 de julio, 2011 a las 5:51 pm

      Hola Marta,

      Por lo que me explicas creo que tienes todo de tu parte para volver a disfrutar de tus pies: el entorno, la experiencia y la ilusión. A diferencia de muchos de nosotros tú ya sabes lo que se siente al entrar en contacto directo con el terreno así que el proceso de aclimatación seguro que será más corto ya que en lugar de aprender únicamente debes recordar.

      Yo te diría que, al menos al principio, no intentes solapar el caminar/correr descalza con ninguna otra tarea y le otorgues el tiempo necesario para disfrutarla. No tengas miedo de dañarte los pies, tu cuerpo cuidará de ti siempre que no le exijas demasiado justo al empezar. Como si fuera un buen libro, déjalo antes de estar cansada para volver a retomarlo al día siguiente aun con más ganas.

      Te animo a que lo pruebes y comentes tus experiencias, seguro que serán muy utiles y motivadoras para todos nosotros.

      Gracias por participar Marta. Un saludo.

  15. furamuros

    11 de julio, 2011 a las 12:41 am

    Buenas a tod@s.

    Mi primera experiencia en esto de ir descalzo a sido… alucinante.Yo hace tiempo corria por la playa descalzo,pero luego la gente me decia estas loco,pero que haces.

    Y ahora he vuelto pero poco a poco,primero como de recomendastes,caminar por suelo duro para encontrar sensaciones, y luego carrera por la playa.
    Eso si encuentro que la tecnica de carrera es diferente,me expico primero apoya el metatarso o el puente del pie.Al reves que con zapas.Por eso te pediria que me dieses unos enlaces de videos para ver la tecnica de carrera descalzo,si los hay para echarles un ojo.
    Y te dire que estoy sufriendo una fastitis plantar,y desde que me puse andar descalzo por la casa el dolor a ido a menos,sera o no sera esto pero cada vez me duele menos.
    Gracias y esperando ese articulo con gran interes.

  16. David Lampón

    11 de julio, 2011 a las 9:38 am

    Hola Furamuros,

    Me he alegrado mucho al leer tu comentario. Suena un poco esotérico decir que el caminar/correr descalzo puede llegar a curar una dolencia tan desagradable como la fascitis plantar pero no lo es tanto si le damos la vuelta al argumento y pensamos que las zapatillas modernas, debido a su exceso de amortiguación, pueden llegar a generar patologías dolorosas en los pies.

    En mi corta experiencia como corredor descalzo puedo decirte que todos los dolores que sufría al correr han desaparecido y en su lugar sólo existe una pequeña abrasión en la planta que va desapareciendo a medida que se va aumentando progresivamente el número de kilómetros y se va avanzando en la adaptación.

    A pesar de que mi técnica no es ni mucho menos perfecta, hace días que le vengo dando vueltas a la posibilidad de grabar un video en el que aparezca corriendo y comentando los aspectos básicos de técnica. Si tuviera que decir únicamente tres cosas en las que deberías fijarte al correr serían: relajar todo el cuerpo, flexionar (mucho) las rodillas y no dar zancadas por delante de la vertical del cuerpo al avanzar. Si cumples las dos primeras la tercera te saldrá casi sola.

    Los videos de técnica más comunes suelen ser de súper corredores que se han quitado las zapatillas para mejorar su técnica. El caso más general sería el de un corredor amateur que, al sufrir dolor y falta de confort con zapatillas, ha decidido probar algo diferente. Y en esa linea tengo guardado este que espero que te ayude:

    http://www.youtube.com/watch?v=Jio7DK15Q1E

    En él Lee Saxby (a quien le reservo un artículo) ayuda a empezar con el barefoot no tanto analizando la técnica sino mimetizando sensaciones posturales en parado y luego aplicarlas mientras corres.

    Aunque tengo una buena noticia extra: nuestra herencia genética ha hecho que tus pies sean los mejores profesores en cuanto a técnica. Contra más camines/corras descalzo mejor técnica irás obteniendo siempre que recuerdes esos tres pequeños consejos que te he dado y sepas parar cuando el cuerpo te diga que ya es suficiente por hoy.

    Espero que te resulte de ayuda y agradezco mucho tu aportación. En breve saldrá el próximo artículo, nos vemos allí. Un saludo.

  17. Tino

    12 de julio, 2011 a las 7:02 pm

    Hola, David,

    Supongo que conoceis este video, es del profesor Lieberman, el padre del Barefoot runnning (en ingles), donde cuenta las razones que le hicieron ver que el barefoot running es mucho mas natural que el correr con las zapatillas tradicionales.

    http://www.youtube.com/watch?v=7jrnj-7YKZE&feature=player_embedded

    Salud-os

    • David

      13 de julio, 2011 a las 12:09 pm

      Hola Tino,

      Es incontestable la opción barefoot entendida desde un punto de vista biomecánico y evolutivo. Ese vídeo y el capítulo 25 de “Nacidos para correr” que está dedicado a la investigación del Dr. Lieberman son lo que me dieron toda la confianza necesaria para probarlo y que, a la postre, sustentan de manera científica todo este movimiento. De hecho estoy redactando un artículo ahora mismo destripando el vídeo que comentas y reflexionando sobre su trabajo desde el punto de vista más “de estar por casa”.

      Gracias por la aportación Tino. Un saludo.

  18. javier

    28 de agosto, 2011 a las 5:10 pm

    Hola david, estoy tratando de iniciarme en esto de correr descalzo tras leer el libro nacidos para correr e investigando un poco por internet. el problema es que cada vez que intento correr descalzo me empiezan molestias, como agujas en el tercio inferior del ttriceps sural. Los entrenamientos que he ido probando son series cortas, un min aprox y sólo 5 o 6 series y dejo algunos diás de descanso para que se me pasen las molestias y llevo unos 5 entrenos y siempre al poco aparecen las molestias y me duran uno o dos días, son como agujetas pero aparecen casi al instante. No se si es normal si es una forma de adaptación de esa musculatura, pero estoy preocupado. Las series las hago descalzo y trato de amortiguar lo máximo pero no se si hago algo mal. Me gustaría si puedes que me asesoraras un poco pues ya vez estoy un poco perdido. Gracias de antemano y gracias también por tu pagina

  19. David Lampón

    29 de agosto, 2011 a las 3:49 pm

    Hola Javier,

    La sobrecarga de la zona baja del tríceps sural concoida (también como sóleo) fue una de las molestias que me hizo empezar a investiga sobre el barefoot. Por como describes la sensación apostaría por ello. En mi caso lo notaba más como una congestión muy rápida del músculo, como si este se apretara y no pudiera dar más de sí. Una claro indicación para parar.

    Si tu forma de correr es similar a la mía (la de antes) tu dolor se debe posiblemente a que mantienes la tensión constantemente en los pies, corriendo como si fueras de puntillas. Series cortas en distancia y en longitud me hacen pensar que quizás estás haciendo un entrenamiento de potencia muy fuerte cuando aun la técnica no es todo lo buena para soportar esa carga.

    Para diagnosticarlo puede ponerte un pequeño colgante en el pecho y ver si se da rebota sobre el pecho. Si lo hace es que hay una componente vertical en el desplazamiento que suele ir muy relacionado con el impulsarte con las musculatura que precisamente tienes dolorida.

    Independientemente del diagnóstico creo que sería mejor de momento que en lugar de series hicieras algo de carrera ligera antes y después de cada entrenamiento para fortalecer los músculos del pie y aprender a relajar el tren inferior. Hay un reaprendizaje postural con el que hay que ser muy machacón para acabar interiorizándolo.

    Espero haberte ayudado en algo. Si puedes prueba alguna de estas cosas en el próximo entrenamiento y nos cuentas que tal te fue a ver si mejora o no.

    Gracias por participar y bienvenido =)

  20. javier

    31 de agosto, 2011 a las 10:54 am

    Gracias David por la información, parece de todas formas que ya poco a poco van cediendo las molestias, supongo que era una respuesta adaptativa aunque todavía tengo que tener mucho cuidado. Parece también que mi técnica va mejorando algo de forma natural y me siento más comodo. Quizás te confundí cuando hablé de series pareciendo que hablaba de velocidad pero mis series eran a trota muy suave para controlar las molestias y de muy poco tiempo, por lo cual me asustaba que aún así tuviera molestías pero como te digo parece que todo empieza a ir mejor. voy a hacer el test que me explicaste con un colgante pero no me queda muy claro si el colgante no debe moverse separandose del pecho ni hacia arriba-abajo ni lateralmente. O si no debe moverse en sólo alguno de esos sentidos. Significa eso que la espalda debe además de vertical permanecer siempre con el centro de gravedad en la misma altura. Si me pudieras aclarar mi duda te lo agtradecería así como cualquier otro truco que sepas y me pueda ayudar a mejorar la técnica. Muy agradecido, un abrazo desde Tenerife

    • David Lampón

      31 de agosto, 2011 a las 11:17 am

      Hola Javier,

      Es muy buena señal que vayan remitiendo los dolores. Todos partimos de un punto de origen muy diferente a nivel de adaptación y en función de lo acostumbrado que estuvieras a las zapatillas utilizabas más unos músuculos que otros. Ahora, al empezar a caminar descalzo, se resiente ligeramente más una zona que otra. La buena noticia es que te lo tomas con tranquilidad y escuchas a tu cuerpo. Tienes todo de tu parte para conseguirlo.

      Sobre la prueba del colgante: cuando avanzas, en cada paso haces una pequeña rotación de cadera, que implica una rotación también de los hombros que se compensa con el movimiento del brazo opuesto para mantener el equilibrio. El colgante es para ver si este se te despega del cuerpo, si lo hace es que hay un salto en tu movimiento, una componente vertical que hay que intentar minimizar. Quieres avanzar hacia adelante así que los saltitos son una perdida de energía además de que pueden sobrecargar tus cuádriceps y aumentar el impacto en las articulaciones al impactar. El colgante se ha de mover contigo, pegado a tu torso y nunca debe despegarse. No lo fuerces, pruébalo y si ves que se despega mucho te lo quitas y pruebas a correr más horizontal, más recto hacia adelante pero no fuerces la postura ni vayas rígido para que no se despegue el colgante, ha de salir natural. Si ves que saltas mucho prueba los ejercicios posturales para la espalda que puse en este artículo que a mí me han ido francamente bien:

      http://www.mybestchallenge.com/blog/mejorando-la-tecnica-de-carrera-con-lee-saxby

      Y en cualquier caso mucho ánimo y si en algo puedo ayudarte no dudes en comentármelo. Un saludo Javier!

    • Óscar Rodríguez

      26 de octubre, 2011 a las 4:04 pm

      Buenas,

      Que alegría encontrar un paisano de Tenerife por aquí . Por curiosidad de donde eres o por donde sueles entrenar.

      Sobretodo descalzo , corro por sitios no muy concurridos , para evitar las miradas justicieras de los demás corredores, que , aún , no he visto a casi nadie en nuestro plan.

      Saludos.

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