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Omega-3 y rendimiento deportivo (II)

Omega-3 y rendimiento deportivo (II)

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Omega-3 y estrés oxidativo

Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son ácidos grasos esenciales. Deben ser ingeridos a través de la dieta porqué no pueden ser sintetizados por nuestro organismo (Goodnight SH, 1982). Un incremento de la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados aumenta la presencia de éstos en la membrana de las células, y esto puede favorecer su oxidación, por lo que su ingesta a través de la dieta es controvertido (Eritsland Jan, 2000). Es importante recordar que los ácidos grasos poliinsaturados son fácilmente atacados por los radicales libres y por lo tanto son susceptibles a la oxidación (Halliwell B, 1993).

Dieta ricas en ácido linoleico (omega-6) presente en los aceites vegetales de soja y girasol, cereales y frutos secos aumenta el estrés oxidativo en humanos, y esto se relaciona con un aumento del daño endotelial (de los vasos sanguíneos) por lo que puede aumentar el riesgo cardiovascular, entre otras patologías (Turpeinen A. M., 1998).

Algunas investigaciones han encontrado que la suplementación con omega-3 aumenta la incorporación de estos ácidos grasos en la membrana de moléculas de colesterol LDL, y puede aumentar su oxidación (LDLox). El colesterol LDLox es muy aterogénico y por lo tanto, se ha postulado que la ingesta excesiva de omega-3 puede aumentar, igual que los omega-6, el estrés oxidativo (Hornstra G,  1994). De todas formas, la relación entre el consumo de omega-3 y el estrés oxidativo es muy controvertido. En un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition dónde se investigó el efecto de la suplementación con aceite omega-3 en un grupo de pacientes con afectación cardiovascular durante un periodo de tiempo largo (más de 9 meses), no se observó un incremento de la oxidación del colesterol LDL en comparación con un grupo control (Eritsland J, 1995). En una línea similar, estudios realizados con personas afectadas de diabetes o colitis ulcerosa, han demostrado un aumento de la capacidad antioxidante gracias a la suplementación con omega-3 (Kesavulu et al., 2002 y Barbosa et al., 2003), seguramente gracias al control de la inflamación que ejerce el omega-3.

En deportistas, el estrés oxidativo agudo producido por el ejercicio es imprescindible para la generación de adaptaciones y organizar el proceso de recuperación del esfuerzo, y la utilización de dosis elevadas de antioxidantes ha demostrado, en algunos estudios, ser contraproducente o ineficaz para aumentar el rendimiento. La suplementación con omega-3 no reduce la carga oxidativa provocada por el ejercicio (McAnulty S. R., 2010).

Omega-3 y sistema inmunológico

La respuesta inflamatoria posterior al ejercicio es imprescindible para favorecer el proceso de recuperación, y la toma de antiinflamatorios (ibuprofeno, etc.) puede reducir las adaptaciones producidas por el entrenamiento (Christensen et al., 2010). La suplementación con omega-3, durante el proceso inflamatorio induce la producción de unas moléculas conocidas como Resolvinas (Serhan, 2005). Las Resolvinas son moléculas que inducen la resolución de la inflamación y por lo tanto, pueden actuar como “antiinflamatorios” sin interferir en el proceso inflamatorio, que sirve de señal para organizar le respuesta regenerativa. Este elemento puede tener especial importancia en deportistas que sufren problemas articulares (Gruenwald, 2009).

En algunos atletas, la práctica de deporte de alta exigencia provoca que éstos tengan síntomas de asma o incluso de bronquitis. Se ha descrito, que la deshidratación grave de las vías respiratorias puede provocar una respuesta inmunológica aguda que se expresa en forma de síntomas respiratorios (Anderson S.D., 2000). La suplementación con omega-3 ha demostrado mejorar la función pulmonar en atletas con afectación de las vías respiratorias en comparación con un grupo control o un grupo suplementado con aceite de oliva (Mickleborough TD, 2003).

El ejercicio físico intenso provoca una supresión del sistema inmunológico en las horas posteriores, y disminuye la resistencia contra las infecciones. La suplementación con ácidos grasos omega-3 puede influir en este proceso y reducir la inmunosupresión asociada al ejercicio (Benquet C., 1994).

Sobre el autor

Andreu

Andreu

Me llamo Andreu López y soy Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Pionero en los entrenamientos personales online en España. ¿Nos ponemos en forma? www.preparadorfisicoonline.com

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