Mucha gente habla del concepto “fuerza” sin tener muy claro lo que es ni para qué sirve. La fuerza es una capacidad condicional (como lo son la resistencia, la flexibilidad y la velocidad) y que nos permite movernos y actuar en nuestro día a día: levantarnos, andar, saltar, correr, mover objetos. Y es que la fuerza, a parte de ser una capacidad que debería ser entrenada siempre y durante toda nuestra vida tiene otras ventajas y efectos que a lo mejor no se ven a simple vista.
Sistema musculo-esquelético
Al trabajar la fuerza, nuestros músculos se ejercitan y ganamos masa muscular. Al ganar músculo, somos capaces de generar más tensión, nuestros huesos se harán más densos y resistentes y así podremos evitar enfermedades como la osteoporosis.
Sistema endocrino
El movimiento, sobre todo el trabajo de fuerza, nos equilibra nuestro sistema hormonal. Hormonas como la testosterona, hormona del crecimiento, se disparan en un cuerpo activo y bien trabajado. Además, al hacer deporte, estamos de mejor buen humor y alejamos problemas tales como la depresión.
Además, el trabajo de fuerza nos regula la insulina y evita, conjuntamente con una buena alimentación, que engordemos.
Nivel psicológico
El trabajo de fuerza mejora nuestra autoestima y nos permite ponernos retos continuamente. A parte del componente meramente estético (algo siempre agradable), las hormonas como las endorfinas, dopamina y serotonina, nos dan sensación de placer y bienestar. Y eso, repercute positivamente en nuestras relaciones familiares, laborales y con nuestros amigos.
Salud
Sería lo que acabo de comentar en los puntos anteriores. No son pocas las personas que tienes molestias o dolores articulares o musculares (mala postura en el sofá, mala calidad del sueño…) y un buen trabajo de fuerza nos ayuda a prevenir y a curar este tipo de dolencias. Cosas tan simples como no andar tan encorvado o tener capacidad para ponerse el abrigo sin problemas, se solucionan con un buen trabajo de fuerza.
Rendimiento físico
Cualquier deporte que practiquemos, independientemente de nuestra edad y sexo, si queremos mejorar nuestro rendimiento necesitamos de un trabajo muscular adaptado a nuestras características.