La hidratación adecuada es esencial para el rendimiento óptimo durante los entrenamientos y competiciones, especialmente en deportes de resistencia como las maratones y triatlones. En verano, cuando las temperaturas son más altas, es aún más importante mantener una buena hidratación para evitar la deshidratación y el agotamiento por el calor.
Cuando se entrena, el cuerpo pierde agua y electrolitos a través del sudor y la respiración, lo que puede llevar a una disminución en el rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones y enfermedades relacionadas con el calor. Por lo tanto, es importante reponer estos líquidos y electrolitos para mantener el equilibrio hídrico y prevenir la deshidratación.
Para asegurar una buena hidratación, es recomendable beber agua antes, durante y después del entrenamiento. Durante el ejercicio, se recomienda beber al menos 240-300 ml de líquido cada 15-20 minutos para reponer las pérdidas de líquido y prevenir la deshidratación.