Que la obesidad en niños es una plaga de nuestra época ya lo sabíamos. Que la diabetes infantil se ha quintuplicado en los últimos años es algo objetivo. Pero cada día que pasa van saliendo más y más estudios sobre los problemas que acarrea ser obeso en edades tan tempranas.
La obesidad en grado extremo la sufren un 5% de los niños, que no es poco. Ahora, un estudio realizado en el Hospital del Mar (Barcelona), junto al instituto ISGlobal, indica que cuando el sobrepeso alcanza esa fase extrema, ya no sólo se trata de un problema de cambio de hábitos: el afectado necesitará otro tipo de ayuda porqué en su cerebro están cambiando cosas. De hecho, muchos de esos cambios se asemejan al TOC (trastorno obsesivo compulsivo).
TOC y Obesidad
Se cree que a medida que uno se convierte en más obeso su función cerebral se va alterando. En el estudio analizaron las resonancias de los cerebros de 230 niños de entre 8 y 12 años que participaban en el estudio de Breathe, que analiza en miles de menores el impacto de la contaminación ambiental en el neurodesarrollo.