El maratón suele ser un gran reto para muchos runners. Una apuesta personal. Sabemos que para hacer un 10k o un medio maratón, no hace falta saber mucho ni hacer las cosas excesivamente bien. Son distancias cortas y si nuestro objetivo es simplemente terminarlas sin más allá de hacer una marca u otra, hagamos lo que hagamos, seguramente no estaremos haciendo nada muy mal. Pero un maratón es distinto. La distancia ya es grande y los entrenos tienen que estar ya bien pensados y diseñados (y con una buena base anterior trabajada por parte del deportista). Pero es que aquí la alimentación juega un papel fundamental.
La extensa opinión de que hay comer muchos hidratos de carbono (HC) no es del todo correcta. Los HC nos dan mucha energía e inmediata pero tenemos que ir con cuidado por qué si nos pasamos eso se transformará en sobrepeso. De hecho, muchos maratonianos amateurs tienen sobrepeso. Y seguro que muchos se preguntan por qué un deportista que puede correr 2-3 horas habitualmente puede tener sobrepeso. ¿No era el cardio a media intensidad, la mejor forma para adelgazar? En este post, expliqué un poco este punto.
La fisiología es la que es y conociéndola un poco, sabremos cómo actuar o en este caso como comer. El «saber » popular nos dice que cuando uno hace un entreno de larga distancia primero agotamos glucógeno para luego tirar básicamente de grasas. Esto puede ser ciertamente correcto, pero no sería lo aconsejable. La grasa me permite:
- Ser más eficiente
- Aguantar más. (es una gasolina que me permite estar mucho tiempo haciendo)