En el transcurso de nuestros entrenos nos pueden surgir muchos problemas. Problemas de diferente índole:

• Derivados del trabajo
• Derivados de nuestra familia
• Derivados de los propios entrenos (lesiones, agotamiento…)
• Derivados de la gestión del propio reto (coste del material, inscripción, viaje…)

Como ya comenté en otro post, todo problema nos puede llevar a una situación de estrés. Veamos ahora 3 estrategias para afrontar los posibles problemas que podamos tener.

Estrategia de evitación

Se basa en intentar olvidarse del problema en cuestión.

Ejemplos:

• Noto un dolor agudo en mi pierna pero yo voy entrenando como si nada. A lo mejor hago entrenamientos más cortos o menos intensos, pero yo voy a lo mío. (Hasta que reviente)
• Entreno muchas horas, y eso a mi pareja no le gusta demasiado porque no pasamos mucho tiempo juntos.

El deportista tiende a pensar que si hacemos ver que no tenemos el problema este se solucionará por si sólo. Evidentemente esta estrategia no nos va a solucionar el problema y por tanto no es aconsejable.

Estrategia de aplazamiento

Se basa en decir que ya resolveremos el problema…., algún día.

Soy consciente de que tengo un problema, pero ya lo resolveré cuando pueda.

Ejemplos:

• Voy a hacer mi primer triatlón pero no tengo la bici adecuada para ello. Pero de momento voy tirando con la mía. Antes de hacer la prueba ya conseguiré una buena para hacer un entrenamiento como dios manda.
• Tengo que hacerme una prueba de esfuerzo para ver si tengo alguna anomalía pero no me viene de 1 semana. Ni de 1 mes. Yo continúo entrenando.
• Tengo que ir al podólogo para que examine mi pisada y me recomiende un tipo de zapatillas determinado. Tengo un dolor en la rodilla que creo que puede ser por eso.

Esta estrategia es muy frecuente. La mayoría somos conscientes de los problemas que tenemos o podemos tener. Y también somos conscientes de que tenemos que solucionarlos. Pero nunca encontramos el día…

Obviamente esta solución no sería aconsejable. El dicho “más vale tarde que nunca”, a veces puede ser nefasto para nuestros intereses.

Estrategia de afrontamiento

Se basa en intentar solucionar el problema en ese mismo momento. O como mínimo intentarlo.

Por sentido común es la estrategia que deberíamos adoptar.

Si la solución sólo depende de nosotros mismos, no hay problema: pedimos hora para el médico, nos vamos a comprar lo que necesitemos, paramos unos días de entrenar…

Pero el problema viene cuando ya no me afecta sólo a mi, sino que implico a otra/s persona/s como puede ser mi pareja.

Aquí tengo dos opciones. O actuar por abuso de poder (cosa nada recomendable), o hacerlo por negociación. Y veamos como podemos negociar.

Pongámonos en el caso del deportista que quiere comprarse una bici para competir en su primer triatlón. Y quiere una buena bici (porque tiene pensado hacer más triatlones), pero son bicis caras. Y la economía doméstica no está para según que alegrías.

En este caso se ve fácil el origen del problema (soy triatleta, eso tiene un coste, la bici es muy cara). Lo primero que deberíamos hacer es juntamente a mi pareja intentar dar soluciones (alquilar bici, ir con una bici de peor calidad, pedir prestada una bici, no practicar triatlones…poner todas las posibles soluciones sobre la mesa). Seguidamente deberíamos hacer un ejercicio de empatía, saber ponerse en lugar del otro (el deportista debe ver que a lo mejor hay gastos más urgentes o que en un futuro próximo las cosas pueden ir a peor y les hará falta el dinero y su pareja deberá ser consciente de lo importante que es el deporte para su pareja). Los dos tienen que adoptar un rol de responsabilidad compartida; si finalmente deciden comprar la bici, a lo mejor deberán recortar de algún otro lado. O a lo mejor la mejor opción es continuar entrenando con la bici que ya tenemos y de cara a la triatlón o bien la pido prestada o bien alquilo una. Pero sea cual sea la solución final, las dos partes deben mostrarse respetuosos con la otra persona y sobre la decisión acordada.